CONFERENCIA DICTADA EN EL COLEGIO NOTARIAL DE MADRID, SALÓN ACADÉMICO, EL 27 DE ABRIL DE 2023

El Director General del Catastro, en la Conferencia dictada en la Academia Matritense del Notariado, resaltó cómo el Catastro, que nació con vocación fiscal, se ha transformado en un registro que da múltiples servicios a los ciudadanos

El Catastro español está actualmente definido como un registro administrativo, dependiente del Ministerio de Hacienda, en el que se inscriben y describen los bienes inmuebles.
El Catastro español nació con vocación fiscal, característica que ha mantenido a lo largo de su historia hasta llegar al momento actual.
Así, su objetivo fundamental es mantener actualizado un inventario completo de la riqueza inmobiliaria, y de esta manera, contribuir a la consecución de los principios de generalidad y justicia tributaria y de asignación equitativa de los recursos públicos.

“El Catastro define la estructura del territorio, está georreferenciado y tiene capacidad de analizar, cruzar y obtener nueva información”

El Catastro español tiene tres principios fundamentales que lo diferencian de otros registros públicos:
- En primer lugar, su obligatoriedad, la inscripción en el Catastro de cualquier alteración de los bienes inmuebles es obligatoria.
- En segundo lugar, el Catastro español es universal dentro del territorio de competencias de la Dirección General del Catastro (todo el territorio nacional excepto País Vasco y Navarra). Recoge la descripción de todos los bienes inmuebles comprendidos en este territorio, sin solución de continuidad espacial entre ellos.
- Y, por último, la descripción catastral de los inmuebles goza de presunción de certeza. Para desvirtuar un dato catastral hay que esgrimir prueba en contrario.
La descripción catastral de los inmuebles está definida legalmente, así, comprende las características físicas, económicas y jurídicas de los mismos y abarca aspectos tales como la localización, la referencia catastral, la superficie, su uso o destino, clase de cultivo o aprovechamiento, la calidad de las construcciones, el titular catastral, el valor catastral y de referencia, o su representación gráfica geolocalizada.
Esta riqueza en la descripción de los inmuebles y, sobre todo, el óptimo grado de mantenimiento de la misma, han propiciado que el Catastro haya dado un salto cualitativo y haya excedido ese fin primigenio tributario, para convertirse en una plataforma de servicios, muy demandada para múltiples fines. A esto contribuye la publicación y puesta a disposición en internet, a través de la Sede Electrónica del Catastro, de la totalidad de los datos catastrales. La mayoría sin restricción alguna. Sólo unos pocos datos catastrales tienen la consideración de datos protegidos, limitándose en estos casos el acceso a los mismos.
Uno de los principales factores que han contribuido a esta transformación es, sin duda, el actual modelo de mantenimiento catastral.
Este modelo de mantenimiento es eminentemente colaborativo. Ya desde el siglo pasado el Catastro ha ido implementando diversas fórmulas de colaboración que le han permitido esta actualización constante de los bienes inmuebles.

“El Catastro satisface necesidades crecientes con diferentes soluciones, manteniendo una especial relación con el Notariado”

Actualmente, el Catastro tiene suscritos más de mil convenios de colaboración con diversas entidades tanto públicas como privadas, existen más de mil órganos colegiados gestionados por la Dirección General del Catastro, hay casi diez mil organizaciones dadas de alta en la Sede Electrónica del Catastro y existe una red de unos cuatro mil Puntos de Información Catastral repartidos por todo el territorio nacional.
Dentro de este esquema de colaboración hay que destacar la colaboración con los fedatarios públicos. El grueso del mantenimiento de datos jurídicos se efectúa en virtud de esta colaboración, y en la actualidad se está trabajando en optimizar también la actualización de datos físicos en virtud de comunicaciones procedentes de notarios y registradores. Baste citar que en el año 2022 se tramitaron de manera automática más de un millón y medio de cambios de titularidad procedentes de comunicaciones notariales, con el beneficio que esto conlleva para los ciudadanos, que se ven eximidos de la obligación de presentar la correspondiente declaración.
En cuanto a los actuales usos del Catastro, tengo que comenzar refiriéndome al aspecto fiscal.
El Catastro es la figura principal en lo que a tributación inmobiliaria se refiere. El valor catastral sirve de base para la gestión del Impuesto sobre Bienes Inmuebles y del Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Bienes de Naturaleza Urbana, convirtiéndose por tanto en el principal garante de la suficiencia financiera de las administraciones locales.
Pero el valor de referencia, de reciente nacimiento, se ha convertido en una base mínima para la tributación en impuestos que gravan la transmisión de los inmuebles como el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones o el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, que constituyen las principales figuras tributarias de las comunidades autónomas. A estos impuestos hay que añadir el Impuesto sobre el Patrimonio, que en determinados casos también utiliza como base imponible el mencionado valor de referencia.
Además, el valor catastral también se utiliza para el cálculo de determinadas rentas en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, completando de este modo la vocación global de vinculación del Catastro con el sistema tributario nacional.

“Los intercambios, servicios y aplicaciones son la base del mantenimiento. El futuro avanza rápido y el Catastro es fuente primaria de datos”

Otro uso muy importante del Catastro, y que ha cobrado especial relevancia en los últimos años, es el relativo a la seguridad jurídica en el tráfico inmobiliario.
En este sentido, el papel del Catastro ha cobrado especial relevancia desde el año 2015, en el que la cartografía catastral se consagró como base de las inscripciones gráficas en el registro de la propiedad. El hecho de que nuestra cartografía sea un continuo espacial, sin huecos ni solapes, que esté georreferenciada, que contemple la totalidad de relaciones topológicas de una parcela respecto de sus colindantes, que sea accesible y gratuita, y que sea muy utilizada en diversos ámbitos sociales, ha contribuido a esta configuración legal actual.
No obstante, la vinculación de los datos catastrales con la seguridad jurídica excede del ámbito de la cartografía. La certificación catastral descriptiva y gráfica es protagonista en las transmisiones de inmuebles. En este sentido quiero destacar el dato de que los notarios han emitido desde el año 2004 (año en que entró en funcionamiento la Oficina Virtual del Catastro, actual Sede Electrónica) más de sesenta y dos millones de certificaciones, que representan más la mitad del total que se han generado.
Por último quiero destacar la vinculación del Catastro con otros usos o servicios.
Desde el punto de vista del medio ambiente, el Catastro colabora en la delimitación de espacios naturales protegidos, en el análisis de la propiedad y de los usos del suelo en estos ámbitos y en la determinación de la eficiencia energética de los edificios.
En el ámbito de la planificación y ordenación del territorio y cuestiones geoestratégicas, suministrando información para la toma de decisiones sobre infraestructuras, urbanismo y transformaciones agrarias, entre otros.
En el ámbito de los servicios sociales, ofreciendo información para la gestión de ayudas y subvenciones públicas.
En el ámbito privado, ofreciendo todo tipo de información a particulares y empresas.

“La exigencia del Catastro Fiscal (completo y valorado) ha dado paso al Catastro de Servicios, cada vez más utilizado por las Administraciones y los ciudadanos para recibir seguridad, servicios y eliminación de cargas”

Y por último, en el ámbito de la protección civil, suministrando información decisiva a los diferentes servicios públicos en diferentes fases de la producción de desastres naturales como incendios o terremotos.
En este sentido quiero destacar la utilización de la información catastral en la erupción volcánica de la Isla de la Palma. En una fase temprana, desde el día siguiente de producirse la erupción, el catastro facilitó a diario información sobre parcelas y edificaciones afectadas, usos (viviendas, edificios públicos, iglesias, locales comerciales) y cultivos (viñedos, cultivos tropicales, plataneras). También sobre valoración de pérdidas y titulares afectados. Y en una fase posterior en el tiempo, la información catastral se ha demostrado muy útil para acreditar la propiedad y la realidad inmobiliaria anterior de los inmuebles que ya no existen. Esta información ha sido utilizada por protección civil y las autoridades gestoras del desastre; por los ayuntamientos y todas las administraciones tributarias y por el consorcio de compensación de seguros. Y, especialmente, ha sido utilizada por los notarios para la elaboración de actas y otros documentos acreditativos de dicha realidad, ahora cubierta por la lava.
Para concluir, y a modo de resumen, me gustaría hacer las siguientes reflexiones.
La exigencia del Catastro Fiscal (completo y valorado) ha dado paso al Catastro de Servicios, cada vez más utilizado por las Administraciones y los ciudadanos para recibir seguridad, servicios y eliminación de cargas.
El Catastro define la estructura del territorio, está georreferenciado y tiene capacidad de analizar, cruzar y obtener nueva información.
Satisface necesidades crecientes con diferentes soluciones, manteniendo una especial relación con el Notariado.
Los intercambios, servicios y aplicaciones son la base del mantenimiento. El futuro avanza rápido y el Catastro es fuente primaria de datos.