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REVISTA110

ENSXXI Nº 112
NOVIEMBRE - DICIEMBRE 2023

Por: JOSÉ ARISTÓNICO GARCÍA SÁNCHEZ
Presidente de EL NOTARIO DEL SIGLO XXI


LOS LIBROS

Chris Kraus envuelve la trama de una monumental novela con un manto de irónica censura de las vilezas de los servicios secretos en la época de avance y derrota del nazismo

Oportunos golpes de humor rebajan la tensión del fanatismo y de los horrores que relata

Chris Kraus, la última revelación literaria de Alemania según lo calificó Le Monde, publicó en 2017 una grandísima novela en la que utilizaba como escenario de la trama la trágica historia de su país y de toda Europa durante las décadas siniestras del siglo pasado en que se incubó, explotó y se fue diluyendo el nazismo.

Lo decidió cuando descubrió casualmente, en una nota a pie de página del libro que leía, un Kraus nazi que podía ser su abuelo. Una investigación posterior confirmó su sospecha, incluso que su cariñoso abuelo había participado en actos ominosos y crueles, y hasta había integrado en ocasiones los escuadrones de la muerte nazis. Todo esto le perturbó terriblemente. Y decidió no cerrar los ojos y pasar página como, en un nuevo capítulo de banalización del mal, habían hecho la mayoría de los alemanes, especialmente la primera generación, frente a la colaboración infame de sus padres. El decidió hacer frente a su pasado y averiguar la verdad.

“La trama, descarnada, adictiva y sobrecogedora, se desenvuelve en los bajos fondos del espionaje, entreverando las prácticas ambiguas y sibilinas del lumpen de la sub-política, la infra-historia de la falacia y la traición, con una crónica familiar”

Fruto de sus investigaciones es una novela escabrosa y espléndida, enciclopédica, ambiciosa y desde luego muy bien documentada que se ofrece al lector como un fresco gigantesco en el que va cristalizando, en cuadros sucesivos y a través de tres generaciones de la familia Solm desde 1910 a 1980, la crónica negra gráfica del siglo más sangriento de la historia de Occidente, el siglo XX, que como indicó Albiac, merecería ser borrado de la memoria de la humanidad.
Esta novela, realmente fascinante, que trata de recoger la verdad oculta de una familia y de toda una sociedad cómplice del nazismo, lleva un título ya de inicio acusatorio, La fábrica de canallas. En España ha aparecido este año, magníficamente traducida, en Editorial Salamandra (abril 2023).

“Estremece cómo Koja, el protagonista narrador, eso sí bajo tres identidades diferentes, sobrevivió como espía integrado primero en las SS, luego en la KGB, en la CIA, en el Mosad y hasta en el Servicio Federal de Inteligencia de la nueva Alemania, el BND”

Los protagonistas son dos hermanos de la tercera generación, Hubert (Hub) y Constantine (Koja) Solm, cuyos ascendientes, tanto el abuelo, clérigo y teólogo, como el padre, pintor, vivieron en la zona del Báltico, Letonia en concreto, que entonces era alemana, donde ellos terminaron ingresando, en parte y de entrada ingenuamente confiados aunque siempre plenos de pangermanismo, en las SS, más tarde en su servicio de información, la SD, integrado en la infame Oficina para la Defensa del Reich que dirigía Heydrich y después el mismísimo Himmler.
Y desde esa plataforma los dos hermanos siguieron luego derroteros diferentes, aunque siempre terminarían confluyendo. El mayor, Hubert, nazi convencido, incluso fanático e intolerante culminó su carrera en las más altas instancias del organigrama de las SS. El menor, Konstantino, Koja, de vocación artística, de temperamento simpático y sentimental, tratando siempre de sortear, sin escrúpulo alguno, cualquier obstáculo para sobrevivir, un pícaro o canalla, al menos medio canalla como le calificó su propia hermana, sin apenas líneas rojas en su moral que, como maestro del cinismo, se amolda con sagacidad a lo que le va tocando vivir. Es el protagonista-narrador de la historia.

“El conjunto de estos episodios, narrados a ritmo trepidante y con inusitada brillantez y maestría, conforman un relato de dimensiones homéricas sobre el patriotismo y el amor, pero sobre todo sobre su reverso, la falsedad, la traición y el odio”

La trama, descarnada, adictiva y sobrecogedora, se desenvuelve en los bajos fondos del espionaje, entreverando las practicas ambiguas y sibilinas del lumpen de la sub-política, la infra-historia de la falacia y la traición, con una crónica familiar de las tres generaciones Solm, en la que se mantiene siempre viva y como línea permanente de enlace una tortuosa y lúbrica relación de amor incestuoso.
El autor articula su novela como una narración hecha en 1974 en un hospital bávaro, por un Koja anciano y con una bala alojada en su cabeza, a su compañero de habitación, un joven hippie pacifista y según va oyendo sobrecogido, que actúa de contraste o contrapunto crítico a las tropelías y horrores que Koja le cuenta, las que tuvo que cometer en su vida para sobrevivir y las que tuvo que tolerar o presenciar durante la dominación nazi, aunque él no participara. La sarta de episodios de la narración y por tanto de la novela, abarca la época del avance de los nazis, la Guerra Mundial, la derrota del nazismo, la formación como nuevos Estados de Israel y la Alemania Federal con Ben Gurion y Adenauer en activo, y termina como colofón la fase de persecución de nazis fugitivos, M. Bormann y Eichman entre otros, por ejemplo.GARCIA SANCHEZ JA 1
Estremece cómo Koja, el protagonista narrador, eso sí bajo tres identidades diferentes, sobrevivió como espía integrado primero en las SS, luego en la KGB, en la CIA, en el Mosad y hasta en el Servicio Federal de Inteligencia de la nueva Alemania, el BND. A veces como contraespía o espía doble o triple, traicionando a quien fuera preciso a su conveniencia y sin escrúpulo alguno, para poder sobrevivir.

“La prosa de Kraus está trufada, con frecuentes golpes de humor que conforman un manto crítico de ironía y sarcasmo que envuelve todas las vicisitudes y entresijos del mundo del espionaje y de aquella política de topos y traidores”

Esta metamorfosis o travestismo discurre en paralelo a las circunstancias o giros políticos de la historia en que se encuadra y a la evolución de la saga de las tres generaciones de la familia Solm que la protagonizan. El conjunto de estos episodios, narrados a ritmo trepidante y con inusitada brillantez y maestría, conforman un relato de dimensiones homéricas sobre el patriotismo y el amor, pero sobre todo sobre su reverso, la falsedad, la traición y el odio. Una serie de partidas escabrosas jugadas por tahúres avezados o, como el propio título de la obra avanza, por felones y canallas.
La prosa de Kraus, ya se ha dicho, es brillante, ágil y precisa. Y está trufada, y quizá esto sea lo más interesante, con frecuentes golpes de humor, negro o inocuo según, que conforman un manto crítico de ironía y sarcasmo que envuelve todas las vicisitudes y entresijos del mundo del espionaje y de aquella política de topos y traidores, mundo que el discurso de Kraus, en el fondo pero intencionadamente a mi juicio, con ese manto banaliza, dejando al descubierto la faceta trivial de aquellas artes de la astucia y la falacia, y el ángulo vulgar de sus actores.
De especial interés, por haber recibido manto internacional de silencio intencionado, son los capítulos de la obra que se refieren a la situación de los nazis y colaboradores que sobrevivieron a la guerra y no fueron depurados en Nuremberg. Son una inmensa multitud -piensen que solo en Auschwitz trabajaron 50.000 personas- que lógicamente integraban la población normal de la Alemania de la posguerra. También la situación de los hijos y nietos de los colaboradores en aquellas masacres.

“La pasividad con que la sociedad asumió la excusa de la obediencia debida o el eufemismo de que cuando delinquían estaban cumpliendo meras obligaciones burocráticas, justifica sobradamente la denuncia de Hannah Arendt sobre la, por tantos ignominiosamente asumida, banalización del mal”

Kraus describe con precisión cómo a través de una enmienda colada a última hora en una ley sobre circulación de vehículos a motor, que entró en vigor el 1 de octubre de 1968, quedaron vergonzosamente exculpados. La mayoría de los antiguos nazis como era natural se habían integrado en los escalafones sociales, incluso en la Administración y en los servicios secretos de la Alemania Federal, con absoluta normalidad, sin reproche o censura social alguna. También Koja y su hermano mayor Hubert. La pasividad con que la sociedad asumió la excusa de la obediencia debida o el eufemismo de que cuando delinquían estaban cumpliendo meras obligaciones burocráticas, justifica sobradamente la denuncia de Hannah Arendt sobre la, por tantos ignominiosamente asumida, banalización del mal. La novela es un mural idóneo para la contrición por la fatídica historia europea en esas décadas del siglo XX de las que la humanidad se debe avergonzar.

Triunfo de la vulgaridad

Javier Gomá reconoce a la vulgaridad, en su acepción etimológica o democrática, como categoría cultural dominante. Es una simple consecuencia del desarrollo de los principios imperantes de libertad e igualdad

No hace mucho, en noviembre de 2019, esta revista se hacía eco de la obra que acababa de publicar una de las figuras prominentes de la intelectualidad española actual, de enraizada vinculación con el Notariado, el filósofo Javier Gomá Lanzón.

“La filosofía es un universal antropológico inmanente a cualquier ser humano, a la individualidad”

Se titulaba la obra “dignidad,” así con minúsculas, porque a su juicio ésta es una cualidad ínsita en el hombre, democrática, universal, aunque su reconocimiento como atributo consustancial e intrínseco a todos los miembros de la familia humana no se haya producido realmente hasta bien entrado el siglo XX.GARCIA SANCHEZ JA 2
Hoy nos ha sorprendido con otra obra más ambiciosa Universal concreto (Taurus, octubre 2023) escrita también en esa prosa divertida, cercana, didáctica y a la vez punzante que, como en obras anteriores, absorbe también a los no iniciados. Precisamente los no iniciados, la gente normal, común o corriente por oposición a la no especializada, es decir la gran mayoría de las personas, “el vulgo”, a quiénes en su obra anterior reconocía su dignidad inmanente, en su nueva obra y en paralelo a la realización histórica de la democracia y al imperio del principio de igualdad, Gomá les descubre y reconoce ahora la condición de filósofos. También es, y siempre ha sido aunque estuviera latente, consustancial a la naturaleza del hombre, y esta es la hora en que es preciso evocar, valorar y dignificar esta cualidad.

“Su triunfo ha significado la imposición en la sociedad actual de una ontología igualitaria que podríamos codificar como vulgaridad”

Porque la filosofía es un universal antropológico inmanente a cualquier ser humano, a la individualidad, entendida ésta como la última fase del desarrollo de la cultura occidental, y definida ya en el propio título de la obra: universal porque pertenece a todos los hombres y concreto porque es inmanente no a la humanidad sino a cada individuo en particular. Todo ello como ya se ha dicho consecuencia del triunfo absoluto de los principios de libertad e igualdad. Su triunfo ha significado la imposición en la sociedad actual de una ontología igualitaria derivada del sentido común (quiere decir general) y apoyada en la dignidad democrática. Justamente la que podríamos codificar como vulgaridad, no en su acepción despectiva, sino en su acepción original y etimológica como la abstracción conceptual del modo de vida que cada ciudadano, cualquiera, prefiera. Y así, la vulgaridad (excluida insisto su deriva peyorativa) representante genuina del modo de pensar y vivir de la mayoría democrática, se erige por derecho propio, a juicio de Gomá, en categoría cultural dominante, incluso hegemónica.
El filósofo analiza exhaustivamente en su obra este atributo inmanente del hombre en sus facetas ontológica, pragmática y artística, y anuncia su aspiración a encauzarla en la dirección de la ejemplaridad, el ideal-tótem de su sistema filosófico, y que esta nueva obra enriquece y en algún modo culmina.
Gomá encuentra los orígenes fundacionales de este movimiento en las subculturas urbanas (punk, hippie, libertarias del 68…) en progreso imparable durante las últimas décadas. Y ha avanzado con tal intensidad y brío que ha desplazado de un manotazo a la alta cultura con la que rivalizaba. Incluso se ha impuesto ya como canon cultural en solitario. Hoy, se puede decir, ha devenido discurso oficial de la democracia, ha absorbido su cariz revolucionario. Y aquella vulgaridad principiante ha quedado en estadio de banalidad intrascendente. Sobre esta base el filósofo desarrolla y argumenta con precisión y de forma sistemática su tesis en una obra compacta, sin apenas citas ajenas, que según se ha dicho podría calificarse de su suma filosófica.

“Se ha impuesto ya como canon cultural en solitario, ha devenido discurso oficial de la democracia”

Estamos seguros de que, en breve, dada su sensibilidad y fertilidad acreditadas, Gomá, que nos ha desvelado la racionalidad de la dignidad y ahora el ascenso imparable de la vulgaridad universal, sabrá aplicar su agudo caleidoscopio para conseguir que alcance los parámetros ideales para que este universal concreto alcance la ejemplaridad.

El refranero popular

Un ejemplo genuino de filosofía vulgar

Esa percepción de Javier Gomá de la vulgaridad como categoría cultural, la confirma desde otro punto de vista Andrés Amorós, catedrático de literatura y autor de más de cien libros, de recia vinculación con el Notariado, que no ha tenido reparo en titular su última obra sobre la verdad de los refranes como Filosofía vulgar (Ed. Fórcola, 2023) excluyendo también de esta palabra el matiz despectivo que la penaliza, y recordando que ya en 1568 el humanista Juan de Mal Lara publicó en Sevilla, dedicado a Felipe II, La philosophia vulgar que confiesa data de Aristóteles, y recuerda que también se llamaban vulgares, sin tilde negativa, a las lenguas derivadas del latín que eran las que hablaba la gente.GARCIA SANCHEZ JA 3
El libro es una recopilación, clasificada por materias en cinco grandes bloques -Cualidades, Algunos vicios, Algunos focos de atención, Consejos y La vida- de cientos de refranes, tomados de los autores clásicos y de tradiciones orales, que constituyen un tesoro de sabiduría popular, a veces profunda y siempre eterna, que no necesita valedor. Baste recordar por su belleza el encomio de Don Quijote: Paréceme, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias breves, sacadas de la misma experiencia, madre de las ciencias todas.
Solo palabras de gratitud debemos al profesor Amorós por hacernos posible recordar, releer y degustar estas píldoras de sabiduría popular y filosofía vulgar que permanecen indemnes incluso en la era de vulgaridad categorizada que nos descubre y ensalza nuestro filósofo Gomá Lanzón.

Digitalización mercantil

Es obligado hacernos eco de la nueva obra de la profesora Ana Felicitas Muñoz Pérez, editada por Aranzadi este mismo año 2023 titulada Las DAO’s y el reto de controlar el algoritmo. En ella elabora y sistematiza el régimen de las Organizaciones Autónomas Descentralizadas (DAO’s). Esta profesora ha sido pionera en el estudio de los problemas que plantea la aplicación al Derecho Mercantil de la tecnología digital y de la I.A., las Criptomonedas, etc., gozando hoy de la mayor autoridad de la nueva disciplina jurídica en expansión, el Derecho Mercantil Digital. En esta obra justifica de forma sólida y rigurosa la necesidad de nueva normativa para estas nuevas formas de organización mercantil conocidas como DAO’s.GARCIA SANCHEZ JA 4

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