Menú móvil

El Notario - Cerrar Movil
PORTADAN54540X380

ENSXXI Nº 54
MARZO - ABRIL 2014

LOS LIBROS por JOSÉ ARISTÓNICO GARCÍA SÁNCHEZ

REDES CRIMINALES AL DESCUBIERTO

Casi simultáneamente han aparecido dos obras que viviseccionan redes terroristas. Dos autores especializados, ambos meticulosos y obsesivos, el periodista maldito Roberto Saviano y el investigador antiterrorista Fernando Reinares,  han desentrañado, uno las rutas y conexiones del narcocapitalismo criminal  y otro las del salafismo yihadista  que perpetró hace una década el más cruel atentado terrorista de nuestra historia.  Los resultados sin embargo, loables sin duda,  no nos sacan  del pesimismo.

Las sangrientas rutas de la coca

Hace tres semanas, el 22 del febrero pasado, todos los medios de difusión de Occidente abrieron sus portadas con la misma noticia. Esa madrugada, soldados de la marina mexicana, alertados por la Agencia norteamericana antidrogas (DEA), daban caza en un apartamento de Mazatlán, en la costa del Pacífico a Joaquín Guzmán Loera, conocido como El Chapo. La noticia mereció un inusitado  despliegue informativo.  Era el más poderoso y letal narcotraficante del mundo, el capo de la Federación de Sinaloa que controla el 47% de la droga de Méjico y  la cuarta parte de la que entra en Estados Unidos, y es responsable de seis de cada diez muertos en la guerra entre cárteles mejicanos. Chicago le había declarado enemigo público número uno, distinción vacante  desde Al Capone. Y para todos era el hombre más buscado del planeta desde que murió Bin Laden. No había forma de aprehenderle. El Chapo era un asesino, un desaprensivo, un hombre sin moral y sin alma, pero también era para muchos un mito con perfil heroico de benefactor de los humildes, que ese mismo día reclamaron con pancartas y a las claras su excarcelación. Un hombre incontenible y poderoso, casi un estado paralelo, un monarca despótico capaz de sojuzgar poblaciones y territorios, instituciones y gremios, temido y protegido a un tiempo, por admiración y por miedo, qué mas da,   con recursos sobrados, plata o plomo,  para corromper o eliminar a cuantos obstaculizaran sus proyectos.

"La coca se está convirtiendo en el gozne alrededor del que gira todo. El mapa del mundo se traza con el petróleo. El negro, del que estamos habituados a hablar, pero ya  también con el petróleo blanco como lo llaman los capos nigerianos"

Nadie dudaba de la fuente de  tanto poder. Todos sabían que ese poder legendario tenía un origen criminal, una causa única y bien conocida, la droga, la coca, una fuente inagotable de dinero fácil que da de sobra para financiar sus redes de facciosos, el terrorismo, ejércitos paralelos, mafias, guerrillas.. Y corroe las entrañas de las democracias de Occidente.
La captura del Chapo recrudeció el debate sobre el gran problema del narcotráfico sacudiendo las conciencias de políticos, sociólogos y comunicadores ante el avance inimaginable del negocio mundial de la cocaína que, para ampliar su cuota de mercado y sus redes adictivas entre la progresía burguesa de Occidente, incrementa paralelamente el ejército de sicarios desalmados que, ante cualquier obstáculo,  asesinan sin piedad para vengarse o para  extender sus  territorios de influencia.
La coca se está convirtiendo en el gozne alrededor del que gira todo. El mapa del mundo se traza con el petróleo. El negro, del que estamos habituados a hablar, pero ya  también con el petróleo blanco como lo llaman los capos nigerianos. Así se expresa Saviano, Roberto Saviano, que si un día en 2006 se la jugó con su obra Gomorra traducido a más de 50 lenguas y de la que se han vendido más de diez millones de copias en todo el mundo, por poner al descubierto los entresijos de las redes mafiosas, especialmente de la  Camorra y la ‘Ndrangheta --lo que le ha obligado a vivir con escolta policial permanente--, ahora ha abordado la denuncia de los clanes del narcotráfico en su obra Cerocerocero. Cómo la cocaína gobierna el mundo (Anagrama, Barcelona, feb.2014) que el autor dedica a todos los carabineros de su escolta, a las 38.000 horas pasadas juntos y las que todavía hemos de pasar, dondequiera que sea. Y no cabe duda de que así será. Porque es difícil imaginar pasividad en los sicarios despiadados que jalonan las rutas de la coca ante quien pone al descubierto sus  tramas criminales tildándolos de comadrejas y distribuidores de la muerte en polvo.

"Bajo la masacre sangrienta de su corteza exterior, esconde una organización ordenada y un aspecto científico, dice Saviano, incluso para muchos ese hampa aparece rodeado de un halo sugestivo de admiración al heroísmo brutal de unos bandidos recreados como santos  y convertidos en mitos en los corridos populares"

No consiguió amedrentar a Saviano la condena a muerte que contra él dictó la mafia por Gomorra. Y tampoco se considera un apóstol que sacrifica su vida en el altar de la verdad. Saviano, según confiesa, se obsesionó cuando se encontró frente a la historia de las mafias y no pudo, incluso físicamente,  resistirse a seguirla. Sintió una especie de adicción, la misma que siente ante el submundo de la droga, un mundo que,  bajo la masacre sangrienta de su corteza exterior, esconde una organización ordenada y un aspecto científico, dice Saviano, incluso para muchos ese hampa aparece rodeado de un halo sugestivo de admiración al heroísmo brutal de unos bandidos recreados como santos  y convertidos en mitos en los corridos populares de Méjico, lo que no es novedad en la contrahistoria de la humanidad si recordamos, entre otras,  la atracción nefasta que sobre los alemanes y ahora sobre ciertos grupúsculos de todo el mundo sigue ejerciendo la  estética y maneras del nazismo hitleriano.

"El submundo de la droga, un mundo que,  bajo la masacre sangrienta de su corteza exterior, esconde una organización ordenada y un aspecto científico incluso para muchos ese hampa aparece rodeado de un halo sugestivo de admiración al heroísmo brutal de unos bandidos recreados como santos  y convertidos en mitos en los corridos populares"

Escribir sobre la cocaína es como consumirla, dice Saviano, cada vez quieres más noticias, más historias que fascinan por sus detalles, en general más atroces y sanguinarios... Es algo apasionante que puede dar  sentido a una vida.
Esa es la razón confesada de la obra  Cerocerocero  ---título que alude a la  denominación de la coca ultrapura--  en la que con nombres y apellidos se destapan  las redes, los capos, los infiltrados, las masacres o la escalada de venganzas y crueldad con que se replican los carteles enfrentados que rebajan al  rango de  escaramuzas lo que la literatura y el cine nos han transmitido sobre las guerras entre familias mafiosas.

"Cerocerocero es un ensayo-testimonio, un reportaje inquietante y aterrador de los capos despiadados,  a veces disfrazados bajo el nimbo de la honorabilidad, que manejan los hilos de la red del narcotráfico"

Familia no mata por paga, no mata mujeres, no mata inocentes. Solo muere quien debe morir. Sépanlo todos: esto es la justicia divina. Esa  fue por ejemplo la tarjeta de visita de la Familia Michoacana tras hacer rodar cinco cabezas decapitadas por el suelo de una pista de baile público. Según cifras oficiales del gobierno solo en México, entre 2007 y 2011,  hubo 47.515 víctimas de la narcoviolencia. Y a pesar de los esfuerzos titánicos de DEA y de casi todos los Gobiernos del mundo  la proporción va en aumento.
Cerocerocero es un ensayo-testimonio, un reportaje inquietante y aterrador de los capos despiadados,  a veces disfrazados bajo el nimbo de la honorabilidad, que manejan los hilos de la red del narcotráfico. Las biografías sangrientas y los episodios salvajes de los capos de las narcoempresas, con su consigna letal plata o plomo de Pablo Escobar, de Salvatore Mancuso El Mono, señor de la guerra clandestino, de Julio Cesar Correa, de los Zetas, de Julio Fierro, de Semion Mogilevich un ucraniano que Time situaba como número uno de la lista de los diez capos mafiosos más importantes del globo, por delante incluso de Al Capone, Lucky Luciano o Totó  Riina, y también de mujeres como Griselda, la narco más cruel del tráfico colombiano y su  ejército de pistoleros cuya tarjeta de visita consiste en  degollar a sus víctimas y colgarlas  cabeza abajo para que pesen menos y sean más fáciles de transportar...Historias de capos, también de infiltrados y   traidores, como la de  Félix Gallardo, el Padrino,  que trabajó durante años como agente de la Policía Judicial Federal de Méjico hasta que pactó con los cabecillas del contrabando, se erigió en  jefe, se alió con Pablo Escobar el Mágico, y entre ambos crearon el primer cártel de la droga  concertando  precios, producción y distribución.  O la de un confidente de la DEA, Enrique Camarena Salazar, el Kiki, estadounidense de origen mexicano que actuó infiltrado durante años pero que cuando fue descubierto por delación de policías mexicanos corruptos, fue torturado con tal crueldad que nadie ha podido escuchar la grabación  hecha por sus torturadores sin vomitar y los jueces que escucharon los gritos durante las nueve horas de tortura perdieron el sueño durante semanas.
No es una narración construída y trabada. Es un  reportaje, un informe vivo de silencio, venganza y muerte hecho por un periodista que investiga, analiza y disecciona episodios, historias de clanes, bandas y cárteles que luchan, mueren  y torturan de forma despiadada por el oro blanco. También es una enciclopedia de la coca, trufada  de reflexiones de repulsa y desesperanza. Saviano nos cuenta cómo se produce, se transforma, se corta, se mezcla o purifica la droga,  cuáles son las rutas de la coca desde Oriente, desde África, desde Ucrania, desde Colombia o desde Méjico, cómo se distribuye y cómo se transporta, como se reclutan camellos y porteadores, mujeres-camello,  niños-camello y hasta perros-camello, que los perros no solo se utilizan para detectarla, también como mulas porteadoras de coca en bolitas que tragan y  luego para mayor seguridad sus amos  recuperan abriéndoles en canal.

"No es una narración construida y trabada. Es un  reportaje, un informe vivo de silencio, venganza y muerte hecho por un periodista historias de clanes, bandas y cárteles que luchan, mueren  y torturan. También es una enciclopedia de la coca, trufada  de reflexiones de repulsa y desesperanza"

También nos instruye Saviano sobre los sofisticados canales y circuitos bancarios de blanqueo de los inmensos caudales que genera. Y se detiene varias veces reflexionando sobre  los nefastos efectos de la droga y de su trabajo,  incluso sobre los daños que con su denuncia se ha producido a sí mismo. Me he  asomado al abismo y he sacrificado todo para descubrirlo y mostrarlo a los demás. ¿Mereció la pena, se pregunta? La respuesta es rotunda. NO. Aunque creas que el sacrificio se ve recompensado por la historia, por la ética o por las miradas de aprobación.

"La conclusión es pesimista. El imperio del narcocapitalismo aumenta de forma implacable. Y no se advierte remedio alguno en lontananza"

La conclusión es pesimista. El imperio del narcocapitalismo aumenta de forma implacable. Y no se advierte remedio alguno en lontananza. La DEA, dice Saviano, ha mirado a los ojos del cartel de Sinaloa, el más importante, el que controlaba el Chapo, y lo que ha visto es una multinacional con articulaciones y ramificaciones por todo el mundo, en su Consejo se sientan superagentes que gestionan relaciones en cada rincón del planeta.  De poco servirá la detención del Chapo. Si esta vez no sigue controlándolo todo desde el penal, ya están sus lugartenientes Juan Jose, el Azul e Ismael el Mayo,  y el hijo de El Licenciado, Minilic,   gestionando su sucesión.  Saviano, en su desesperanza,  se termina preguntando  si no habrá llegado el momento  de legalizar y controlar desde los gobiernos esta sustancia como única manera de desmontar el sangriento entramado mundial del narcocapitalismo,  tan mortífero como la coca misma y  cuya vitalidad desgraciadamente en nada se resentirá  a pesar del hito que supone la captura del que fue el hombre mas buscado del planeta después de Bin Laden.

Vivisección minuciosa de un atentado manipulado

Porque Bin Laden, impulsor máximo del  yihadismo,  había sido el inductor del mayor acto terrorista del planeta, el 11-S, y del mayor acto terrorista de España, el 11-M. El desató la fase más sangrienta de la yihad hasta recuperar, decía,  toda tierra robada desde Palestina hasta Al Andalus.
Precisamente ahora que se cumple una década  de esta atroz matanza se han removido en nuestra patria las aguas de su autoría, más específicamente de la que llaman autoría intelectual y todavía siguen sonando ecos empecinados en buscar inductores cercanos a pesar de que los hechos han ido desmoronando la que se llamó teoría de la conspiración apoyada incomprensiblemente con  tesón y contumacia por comunicadores, políticos y tertulianos de postín. Los medios han rememorado ahora  efemérides tan trágica, las víctimas han recordado su sufrimiento, y políticos, comunicadores y jueces, incluso el magistrado que presidió el Tribunal que de forma ortodoxa y en tiempo record juzgó tal masacre,  han  hecho declaraciones contundentes que sin embargo no han conseguido apagar del todo  los rescoldos conspiratorios y las reticencias de los más  recalcitrantes.

"Bin Laden desató la fase más sangrienta de la yihad hasta recuperar, decía,  toda tierra robada desde Palestina hasta Al Andalus"

A esclarecer meticulosamente la verdad ha contribuido poderosamente un libro modélico de investigación, ¡Matadlos! Quién estuvo detrás del 11-M, por qué se atentó en España (Galaxia Gutenberg, Barcelona, feb. 2014) subtítulo que ya indica su intención de desvelar los dos grandes bulos que durante años envenenaron a esta España fratricida, de un lado que el atentado responde a ETA y/o a una conspiración interna de fuerzas sociales y cuerpos del estado, y del otro que la causa del atentado fue la participación de España en la guerra de Irak.

"Subtítulo que ya indica su intención de desvelar los dos grandes bulos que durante años envenenaron a esta España fratricida, de un lado que el atentado responde a ETA y/o a una conspiración interna de fuerzas sociales y cuerpos del estado, y del otro que la causa del atentado fue la participación de España en la guerra de Irak"

Su autor es Fernando Reinares, catedrático de Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos, especialista precisamente en redes del terrorismo islámico (es autor de ensayos como Terrorismo Global, Del nuevo terrorismo islamista, Las democracias occidentales frente al terrorismo global, etc.) y considerado el máximo experto en terrorismo internacional, quien tras analizar durante seis años archivos, grabaciones, informes,  expedientes policiales y sumarios de instrucción, tras acceder a agencias de inteligencia extranjeras y por primera vez a archivos del FBI y a los informes del Centro Nacional Contraterrorista de USA sobre el papel de Al Qaeda en el 11-M,  y tras efectuar entrevistas y viajes a  Irak, Afganistán, Marruecos, Pakistán y Londres ha publicado un memorandum o comunicación  exhaustiva de los personajes, fechas, lugares, causas, centros de decisión, redes de comunicación, modus operandi y consecuencias de este atentado. Nada ha quedado sin investigar, nada ha dejado de lado o para otra ocasión. No se advierte prejuicio ni intencionalidad,  todo está enfocado al estudio del caso, todo se contrae a los hechos. No será fácil desmontar las piezas del puzzle que Reinares arma con rigor. Parece que estamos ante la crónica profesional de la que ha sido la masacre más sangrienta de la historia de España.

"La voluntad de perpetrar un atentado en España, una acción yihadista en tierras usurpadas,  se remonta al otoño de 2001, antes del 11-S, El grupo terrorista que lo ejecutó estaba compuesto por miembros de la célula yihadista Abu Dahdah por militantes del Grupo Islámico Combatiente marroquí y por una banda de delincuentes comunes"

No se trató,  dice Reinares,  de un grupo indocumentado de musulmanes de Lavapies, como se ha dicho. La voluntad de perpetrar un atentado en España, una acción yihadista en tierras usurpadas,  se remonta al otoño de 2001, antes del 11-S, El grupo terrorista que tres años después lo ejecutó estaba compuesto por miembros de la célula yihadista Abu Dahdah formada en España en 1994 y desarticulada parcialmente en 2001, por militantes del Grupo Islámico Combatiente marroquí y por una banda de delincuentes comunes que adoptaron una concepción violenta del credo islámico. El proceso de formación de la red se inició en marzo de 2002, utilizaron redes yihadistas de gran operatividad y campos de entrenamiento de Al Qaeda en Afganistán, se financiaron con colectas entre comerciantes musulmanes, y la decisión de actuar no fue una decisión colectiva sino individual, de un miembro de la célula desarticulada que Reinares identifica, el Hijo de Casablanca, Amer Azizi que se evadió, juró venganza y consiguió que los líderes de Al Qaeda aprobaran y facilitaran su proyecto terrorista arengando a la yihad con palabras que dan título a la obra que comentamos: Si os combaten, matadlos, matadlos hasta que no haya persecución y en su lugar se levante la religión de Alá.
Porque según Reinares, fueron  la venganza jurada por Azizi, la reorientación operativa de Grupos Islámicos que perdieron sus bases en Afganistán tras la guerra y  el ascenso en las filas de la estructura terrorista global de Azizi las causas del atentado. También desde luego la guerra de Irak sirvió de pretexto añadido para afianzar los planes de atentar en España.

"Fueron  la venganza jurada por Azizi, la reorientación operativa de Grupos Islámicos que perdieron sus bases en Afganistán tras la guerra y  el ascenso en las filas de la estructura terrorista global de Azizi las causas del atentado. La guerra de Irak sirvió de pretexto añadido"

Clara estuvo desde el principio la marca distintiva de Al Qaeda en el atentado, dice Reinares.  Como en el 11-S, se eligió un día undécimo, fueron cuatro aviones y ahora cuatro trenes los objetivos, en Leganés se recuperó un manuscrito con anotaciones en árabe y castellano con un dibujo del atentado del 11-S,  los datos conocidos de ambos atentados evidencian una planificación sofisticada y un énfasis en victimización masiva similares, y los teléfonos móviles usados como detonadores y sincronizados con la función de alarma evocan el sistema enseñado en Afganistán y utilizado antes en otros atentados de Al Qaeda como el de Bali.
Cierto es que no utilizaron el suicidio como medio como en el 11-S. La razón, dice Reinares, es que los terroristas de aquí no consideraban culminados  sus planes. Es posible que pensaran  actuar cerca de la Alhambra como parece deducirse del alquiler de una casa en Albolote. Sí parece seguro que su siguiente objetivo era el AVE a su paso por Mocejón en Toledo, y un atentado con explosivos en el metro de Barcelona similar al que luego perpetraron otros en Londres, y que fue desbaratado por agentes del CNI con la colaboración de los servicios de inteligencia franceses.

"Hora es de que en éste como en otros pasajes de la historia, se dejen de lado especulaciones, sospechas o hipótesis interesadas y todos se atengan exclusivamente a la verdad histórica, científica o comprobada en la línea y método de la obra de Reinares"

La profusión de documentos y datos objetivos contrastados, tan abrumadora que llegan a hacer árida la lectura, el rigor de sus análisis y la lógica de sus razonamientos colocan el trabajo de Reinares en la parte más alta de la credibilidad histórica.  Y obliga a todos a revisar posiciones.   Junto a la verdad real a la que dicen aspirar los defensores de la teoría de la conspiración (autoría de otras bandas, complicidad de los cuerpos de seguridad, inducción de políticos etc.) de los que, a pesar de tantas evidencias,  aun quedan algunos especimenes que otros motejan de cosnpiranoicos, y junto a esa otra verdad judicial   que casi todos dicen respetar y a la que se acogen muchos aparentemente  como verdad oficial obligatoria para salvar sus reservas, reales o inventadas, tal vez de signo electoralista, hora es de que todos se atengan a la verdad  a secas que como dice el filósofo es como la brújula, siempre mira en la misma dirección, para lo que conviene recordar que, como está demostrado,  lo que más se opone al hallazgo de la verdad no es la falsa apariencia de las cosas que induce al error ni la cortedad de la inteligencia sino la opinión presupuesta, el prejuicio que se opone como impedimento a llegar a la verdad y que actúa como un viento adverso que arrastra a la nave en dirección opuesta al puerto ansiado, sin obedecer al timón o a las velas. Hora es de que en éste como en otros pasajes de la historia, se dejen de lado especulaciones, sospechas o hipótesis interesadas y todos se atengan exclusivamente a la verdad histórica, científica o comprobada en la línea y método de la obra de Reinares que, aparte de coincidir en lo esencial con la verdad judicial, tiene fundamentos contrastados  que encajan con los datos e informes de todos las agencias de investigación e inteligencia del planeta, y se basa en argumentos mas sólidos que la mayoría de las tesis históricas sobre cualquier época y lugar que todos tienen  por verdades inconcusas.  
Triste es sin embargo que ni la denuncia de Saviano ni la vivisección del atentado de Atocha, con ser vitales, dejen resueltos los problemas que delatan.

Dos figuras memorables

Justo es dejar también constancia en estas páginas  de la publicación  de dos libros memorables que recogen  estudios hechos en homenaje a dos personas recientemente fallecidas.
Uno esta dedicado  al notario de Barcelona José Luis Mezquita del Cacho, colegiado entrañable, exdecano del Colegio de Cataluña, que se desvivió siempre por los demás, sobre todo por los mas desfavorecidos,  y  prestó señalados servicios a la institución  notarial y a toda la comunidad científica con sus   sólidas  aportaciones doctrinales en especial en materia de seguridad jurídica preventiva, méritos que esta revista le reconoció con toda justicia en su día.  El libro que ahora el Colegio de Cataluña ha editado en su memoria servirá para que las generaciones siguientes puedan tener presente su ejemplo, su actuación siempre modélica y su compromiso con la autenticidad, lema del notariado.
También es de de recordar el Liber Amicorum editado conjuntamente por Uria-Menéndez y Civitas en homenaje al que fuera magnifico catedrático de Derecho Mercantil  Juan Luís Iglesias Prada. Colaborador de EL NOTARIO DEL SIGLO XXI, de la Revista J. del Notariado y partícipe en los cursos de la Academia Matritense, fue también un modelo de jurista profundo y humano. Su saber, su sencillez, su generosidad y su humanidad fueron virtudes añadidas  a su acerbo científico y cultural, que no se limitaba al derecho mercantil porque era un humanista integro y cabal.   La calidad de los trabajos en su honor, debidos  a los más eximios mercantilistas españoles, será un argumento más para garantizar su merecida memoria. 

Jose Aristonico García
Decano honorario
          

El buen funcionamiento de esta página web depende de la instalación de cookies propias y de terceros con fines técnicos y de análisis de las visitas de la web.
En la web http://www.elnotario.es utilizamos solo las cookies indispensables y evaluamos los datos recabados de forma global para no invadir la privacidad de ningún usuario.
Para saber más puede acceder a toda la información ampliada en nuestra Política de Cookies.
POLÍTICA DE COOKIES Rechazar De acuerdo