El envejecimiento de las sociedades modernas constituye uno de los fenómenos más determinantes de este siglo, y sus efectos son ya muy visibles en el ámbito social, económico y jurídico. La actual pandemia no ha hecho más que agudizarlos. Es cierto que existen muchos foros dedicados a estudiarlo desde diferentes perspectivas (médica, sociológica, asistencial), pero en todas ellas se echa de menos el enfoque jurídico, imprescindible para integrarlas adecuadamente y permitir su implementación práctica. Y ello tanto desde el punto de vista colectivo, a la hora de repartir adecuadamente las cargas que impone, como individual, a la hora de diseñar las correspondientes soluciones con pleno respeto a la dignidad y libertad de las personas.

Es indudable que el Notariado está en una posición idónea para asumir la responsabilidad de impulsar un congreso abierto con la finalidad de atender estas necesidades. El notario es garante de la autonomía y libertad civil de las personas en los aspectos personales y patrimoniales más determinantes de su vida privada. Pero, además, es un testigo idóneo de la intrahistoria del devenir social y el primero en detectar las nuevas necesidades y situaciones de vulnerabilidad. Por ese motivo el Consejo General del Notariado decidió hace ya dos años dedicar a este tema el XII Congreso nacional, sucesivamente aplazado como consecuencia de la pandemia, pero que finalmente verá la luz a partir del día 19 de mayo en la ciudad de Málaga.

"La función social del Notariado moderno no solo se demuestra diariamente en nuestros despachos, sino también en la capacidad para suscitar colectivamente una reflexión general sobre las cuestiones más relevantes de nuestro tiempo"

Los dos primeros días estarán dedicados al estudio del tema principal, en un foro abierto que contará con la presencia de grandes especialistas en los distintos ámbitos, y que se articula en tres grandes bloques: el respeto a la dignidad vs. protección de la vulnerabilidad; la vida centenaria y su previsión individual; y la vida centenaria y su previsión social y política. Frente a lo que ha sido tradicional en los congresos notariales, la voluntad de abordar esta temática de manera responsable exige que, por primera vez, el Congreso esté abierto a todos los profesionales vinculados a esta temática, tanto como ponentes como participantes. Solo así será posible articular un diálogo fructífero con potencialidad de calar a medio plazo en la sociedad española y generar las sinergias interdisciplinarias que un reto como este demanda.
Los dos últimos días se dedicarán a facilitar una reflexión interna dentro de la profesión notarial sobre los retos particulares que la nueva realidad social nos está ya imponiendo. Los acelerados cambios sociales y tecnológicos que estamos viviendo exigen al Notariado una respuesta ágil, pero meditada, lo que demanda imperiosamente una reflexión conjunta para definir objetivos y diseñar caminos.
El Congreso de Málaga puede ser una gran oportunidad para demostrar a la sociedad el importante papel que puede jugar el Notariado a la hora de ofrecer soluciones a algunos de los problemas más sensibles que el fenómeno del envejecimiento está ya planteando, a menudo alejados de los titulares de los periódicos, pero que los ciudadanos sí tienen muy presentes en su vida diaria. Pero para ello es muy conveniente escuchar a los especialistas de los distintos campos implicados, desde la sanidad a las finanzas, en un diálogo interprofesional que puede ser muy fructífero para todos. Por ese motivo esta revista se ha implicado desde el principio en promocionar activamente el Congreso y animar a asistir a todos los notarios españoles. La función social del Notariado moderno no solo se demuestra diariamente en nuestros despachos, sino también en la capacidad para suscitar colectivamente una reflexión general sobre las cuestiones más relevantes de nuestro tiempo.