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REVISTA105

ENSXXI Nº 105
SEPTIEMBRE - OCTUBRE 2022

Por: ANA GALLEGO TORRES
Directora General de Justicia y de Consumidores de la Comisión Europea


CONFERENCIA DICTADA EN EL COLEGIO NOTARIAL DE MADRID, SALÓN ACADÉMICO, EL 2 DE JUNIO DE 2022

Gallego Torres, Directora General de Justicia y Consumidores de la Comisión Europea, describe en esta conferencia las nuevas propuestas legislativas para adaptar el Derecho europeo del consumidor a las transiciones ecológica y digital.

El Derecho europeo de los consumidores se sitúa hoy frente a uno de sus mayores desafíos: seguir contribuyendo a la realización del mercado interior, garantizando la libre circulación de mercancías con una protección equivalente de los consumidores en todos los Estados miembros, al tiempo que se prepara para afrontar un futuro digital y sostenible con un nivel de protección adecuado.
Las principales disposiciones de la legislación de la Unión Europea sobre consumo se basan en principios generales, lo que significa que también se pueden trasladar a las nuevas tecnologías y prácticas futuras.
Pero basarse exclusivamente en principios generales supone también una mayor incertidumbre para comerciantes y consumidores, ya que en muchos casos es preciso acudir a los tribunales para determinar qué práctica es desleal o contraria a la legislación de la Unión Europea en materia de consumo. Además, es necesario abordar algunos retos emergentes.
Por ejemplo, un estudio reciente de la Comisión revela el impacto de los llamados "patrones oscuros" (dark patterns). Prácticas detectadas en el 97% de los sitios web y aplicaciones más populares, y que pueden incluir desde la ocultación de información o la creación de falsas jerarquías, hasta la dificultad para cancelar suscripciones.
Para ello, se está llevando a cabo un control de adecuación de la legislación de la Unión Europea en materia de consumo sobre equidad digital (fitness check).

“Nuestras vidas se han ido digitalizando cada vez más y a un ritmo imparable. En lo que atañe a las compras en línea, las estadísticas son muy reveladoras: si en 2011 solo un 9% de europeos realizaba compras por Internet, el año pasado fue el 72%”

Durante este ejercicio se evaluará si los instrumentos clave de la legislación de la Unión Europea en materia de consumo siguen garantizando un alto nivel de protección de los consumidores en el entorno digital. El fitness check analizará las preocupaciones más acuciantes en el ámbito de la protección de los consumidores en relación con las prácticas digitales, tales como los patrones oscuros, la comercialización por medio de influencers, las prácticas de personalización, las cancelaciones de contratos y los contratos de servicios de suscripción, el uso adictivo de productos digitales, la comercialización de artículos virtuales o las cláusulas contractuales abusivas para los consumidores.
En este análisis se tendrán también en cuenta legislación de la Unión Europea en otros ámbitos que tienen un impacto directo en los derechos de los consumidores en el mercado digital: el Reglamento de Servicios Digitales, el Reglamento de Mercados Digitales y el Reglamento de Inteligencia Artificial.
Se espera que el fitness check esté listo en 2024 y, en función de sus resultados, la Comisión podría proponer nueva legislación si lo considera necesario para mantener un nivel adecuado de protección de los consumidores.
Por otro lado, se ha presentado ya una propuesta de Reglamento sobre la Seguridad General de los Productos destinada a actualizar la legislación existente que data de 2001, cuando solo el 9% de los europeos compraba en línea, con el fin de adaptarla a la configuración de un mercado crecientemente digital.
Entre otras cosas, esta propuesta de Reglamento prevé la ampliación a todos los productos de la obligación de tener una persona responsable establecida en la Unión Europea. Ello es esencial para ayudar a garantizar la seguridad de los productos que entran en el mercado de la Unión Europea desde terceros países, así como para crear unas condiciones equitativas entre las empresas de fuera y de dentro de la Unión Europea. Asimismo, la propuesta de Reglamento incluye nuevas obligaciones para los mercados en línea y pretende garantizar la seguridad de los productos de nueva tecnología.
La digitalización no afecta solo a los productos físicos; también las normas que regulan el acceso de los consumidores a los servicios financieros requieren una adaptación a la era digital.
Por ello, la Comisión ha presentado una nueva propuesta de Directiva sobre créditos al consumo que deroga y sustituye a la actual. Los objetivos generales de esta propuesta son reducir el perjuicio de los consumidores que contratan préstamos en un mercado cambiante y facilitar la concesión transfronteriza de créditos al consumo y la competitividad del mercado interior.
Asimismo, la Comisión ha presentado una propuesta de revisión de la Directiva sobre comercialización a distancia de servicios financieros, que tiene por objeto la protección de los consumidores de estos servicios en el entorno digital, ofrecer igualdad de condiciones y reducir la carga innecesaria para los proveedores de servicios financieros.

“La digitalización ha revolucionado realmente nuestra forma de comprar, pero este no es el único reto al que se enfrentan los consumidores, cada vez más preocupados por cómo contribuir mejor a la transición ecológica de manera responsable y eficaz”

Además de la legislación, la Comisión recurre a medidas no regulatorias para lograr estos objetivos, y en particular, una herramienta que se ha revelado como muy útil son las llamadas Guías de interpretación y aplicación.
También, como medida no regulatoria, se acude a los compromisos voluntarios de las empresas, que contribuyen en gran medida a la seguridad de los productos de consumo. Estos compromisos permiten alcanzar resultados antes incluso de que se adopte la legislación o se aprueben las guías de interpretación y aplicación, y constituyen un medio idóneo para alcanzar los objetivos de protección del consumidor por medios no coercitivos, reduciendo la litigación y generando una apropiación de estos objetivos por parte de empresas y consumidores. Por ejemplo, hasta la fecha, once mercados en línea han firmado el Compromiso de Seguridad de los Productos.
La legislación de la Unión Europea en materia de consumo puede apoyar y capacitar a los consumidores para que tomen decisiones de compra más sostenibles. En primer lugar, la Comisión ha propuesto enmiendas a dos Directivas en la materia: la Directiva sobre los derechos de los consumidores y la Directiva relativa a las prácticas comerciales desleales. Estas modificaciones garantizarán que los consumidores reciban determinada información antes de celebrar un contrato de venta, en particular sobre la existencia y duración de la garantía comercial de durabilidad de cualquier producto o el plazo durante la cual el productor se compromete a proporcionar actualizaciones gratuitas de los programas informáticos.
Esto permitirá que los consumidores puedan decidir la compra de aquellos bienes que saben que van a durar más tiempo, contribuyendo así a reducir los residuos. También se espera que incentive a los productores a ofrecer dichas garantías y, en consecuencia, a fabricar productos más duraderos.
Igualmente, se han propuesto modificaciones para garantizar que los consumidores reciban información sobre la posibilidad de reparar los productos, tales como sistemas de puntuación de reparabilidad, o información sobre la existencia de piezas de repuesto o manuales de reparación.
De nuevo con ello se pretende que los consumidores puedan elegir los productos más fáciles de reparar, lo que debería incrementar la demanda de productos reparables en el mercado.

“La Unión Europea, como espacio jurídico en el que estos derechos han alcanzado las más altas cotas de protección, asume con determinación el importante reto de adaptar este marco jurídico a las nuevas realidades, contribuyendo a transitar hacia sociedades sostenibles y digitalizadas, sin merma alguna de la protección garantizada a los consumidores, y con particular atención a los grupos de población más vulnerables”

Para seguir fomentando una vida útil más larga de los bienes de consumo, la reparación de más productos defectuosos y la adquisición de más productos de segunda mano, la Comisión también está preparando una propuesta legislativa sobre el consumo sostenible de bienes, promoviendo la reparación y la reutilización. Esta propuesta pretende incentivar a los consumidores a reparar los productos. Para ello, la Comisión propondrá cambios en el marco jurídico de la garantía, es decir, la Directiva sobre la venta de bienes, para promover la reparación en lugar de la sustitución.
Como en el ámbito de la digitalización también en materia de consumo sostenible no hay mejor forma de lograr progresos reales que implicando a consumidores y empresas de forma voluntaria. Por ello, la Comisión también está trabajando con las empresas en un Compromiso de Consumo Sostenible.
La Comisión coopera también en el plano internacional de forma bilateral y multilateral. Actualmente se está negociando a nivel técnico con las autoridades chinas un plan de acción sobre los productos vendidos en línea.
Otra novedad importante reciente es el acuerdo para aumentar la cooperación con los organismos de control de Estados Unidos, la Comisión Federal de Comercio de los Estados Unidos y con la Comisión de Seguridad de los Productos de Consumo.
La creciente complejidad a la que se enfrentan los consumidores en los mercados globales en línea, la necesidad de hacer frente a extraordinarios desarrollos tecnológicos y a continuos cambios en los hábitos de consumo, así como la magnitud de la impostergable transición ecológica, exponen al consumidor de manera permanente a riesgos de vulneración de sus derechos.

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