SI.-
DIRECCIÓN GENERAL

Soplan nuevos y más saludables vientos.

La nueva Directora General, por ejemplo, ha dado por fin curso inmediato a la concesión del título de notario honorario a Julián Peinado Ruano, notario jubilado de Granada. La petición llevaba años retenida en la Dirección, según parece por "cuestiones químicas" o de afinidad.

La concesión, además,  venía acompañada de una carta rogando excusas por la demora injustificada.

Otros tiempos, otros criterios, otros modales.

NO.-
CONSEJO GENERAL

En cambio en el Consejo, lamentablemente, todo sigue igual. El Vicepresidente del Consejo, Javier Guerrero, tras hablar con Ojeda y con los "Decanos", (¿quiénes serán, porque los de Madrid y Catalunya, por ejemplo, son decanos y no han sido consultados), ha vetado a Alfonso Madridejos como coordinador de una ponencia en la próxima Jornada Iberoamericana, por la objeción insuperable de formar parte del Comité de Redacción de esta Revista. (Gravísimo delito intelectual solo concebible en sistemas doctrinarios).

El Delegado para asuntos iberoamericanos que ha desarrollado una brillante y eficaz labor durante los últimos veinte años, Isidoro Lora Tamayo, siguiendo los ancestrales criterios de capacidad del Notariado, había propuesto a Madridejos por considerarlo el más capacitado para desarrollar el contenido de la ponencia. Craso error. Son otros tiempos.

Por no aceptar ni la razón del veto ni el veto como razón, no ha tenido más opción que renunciar, siendo sustituido por alguien con mayor afinidad química con el Vicepresidente, Alfonso Caballé, notario de Tenerife.

Otros tiempos, pero los mismos criterios, los mismos modales.