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Por: GUILLERMO DÍAZ
Diputado por Málaga del Grupo Parlamentario de Ciudadanos

 

¿ANIMALES COMO SUJETOS DE DERECHOS?

La XII Legislatura está siendo muy sensible con la protección y el bienestar de los animales. La primera medida de calado que se propuso vino de la mano de Ciudadanos. Obedecía a una reivindicación que realizaban las organizaciones animalistas con mayor pericia técnica: modificar el régimen jurídico de los animales de compañía en el Código Civil.
Es bien conocido que la clasificación de los bienes en nuestra principal norma de derecho privado los divide en dos: bienes muebles e inmuebles. Los animales se integraban dentro de los muebles, con el adjetivo semoviente dada su capacidad de desplazarse de forma autónoma. Hay algunas excepciones en las que son considerados como parte de un inmueble, es el caso de los viveros de animales, palomares, colmenas, estanques de peces o criaderos análogos, cuando el propietario los haya colocado o los conserve con el propósito de mantenerlos unidos a la finca, y formando parte de ella de un modo permanente (art. 334.6 CC).
Esta situación genera que con una aplicación estricta de la ley y teniendo en cuenta que los animales pueden ser objeto de apropiación, sean considerados cosas, parte del patrimonio de las personas.
Como consecuencia de lo anterior, todos los animales propiedad de una persona, son considerados dentro de su masa patrimonial. También en el caso de los animales de compañía. Es decir, pueden ser objeto de embargo o considerados como parte de la sociedad de gananciales en caso de divorcio. También podían integrarse en la comunidad de bienes, cuando éstas se generan.

 "Con una aplicación estricta de la ley los animales pueden ser objeto de apropiación, son considerados cosas, parte del patrimonio de las personas

Cuando trabajamos esta reforma, pudimos hablar con un funcionario de un juzgado que nos contó cómo tuvo que llevarse un perro en la ejecución de un concurso. O el padre de mi compañera Marta Rivera en el grupo parlamentario de Ciudadanos, cuenta cómo quiso adoptar a una perra que vivía en una protectora y que le dijeron que no era posible, puesto que se encontraba en depósito y era parte de la ejecución de un embargo.
También afecta esta concepción a cuando se compra un animal de compañía, si con el paso del tiempo, meses o años, resulta tener una enfermedad congénita, quien lo ha vendido, cumple con la ley con el solo hecho de sustituirlo por otro de similares características. No se tienen en cuenta los lazos afectivos generados ni la protección o el bienestar del animal, el cual además, no parece que vaya a correr una mejor suerte con el cambio del objeto del contrato.
La propuesta de Ciudadanos propone cambiar este estatus para los animales de compañía dentro del Código Civil, concretamente instamos a promover las reformas legales necesarias para crear una categoría especial en el Código Civil distinta a las ya previstas, referida a los animales, donde se les defina como seres vivos dotados de sensibilidad. Además deberá prever las reformas legales necesarias para que los animales de compañía no puedan ser objeto de embargo en ningún procedimiento judicial.
Se trata de una propuesta que consideramos modernizadora y moderada. Modernizadora, porque es evidente que los vínculos que se generan entre una persona y los animales con los que convive en su domicilio, un perro o un gato, en la mayoría de los casos, son muy diferentes a la relación que se sostiene con bienes patrimoniales. Ya se ha superado la concepción decimonónica que operaba en nuestro Código Civil de 1889, que veía en los animales una única utilidad: la económica.
Moderada porque no asumimos las posturas más radicales de otras formaciones que pretendían despatrimonializar todos los animales. El quebranto para la ganadería y un gran número de industrias cárnicas, peleteras, de aves, sería inasequible. Es lógico extraer de los bienes patrimoniales a un animal de compañía. No lo es hacer lo mismo con una explotación de vacuno o una granja de cerdos o gallinas.
Lo que sí plantea nuestra propuesta es el reconocimiento a todos los animales de estar dotados de sensibilidad. Esta consideración previa, informa a los jueces a la hora de dirimir dudas que puedan surgir en este sentido.
Otra de las cuestiones que se solventa es la incoherencia que existía entre el ordenamiento civil y el penal. Como hemos visto, el Código Civil considera a los animales de compañía bienes muebles, pero en el ordenamiento penal no se incluye el maltrato animal dentro de los delitos o faltas de daños, sino que les reconoce un estatus diferenciado, considerando un delito autónomo su maltrato con diversos grados en función del daño y las secuelas producidas.

 "Pueden ser objeto de embargo o considerados como parte de la sociedad de gananciales en caso de divorcio"

Las políticas de protección y bienestar animal, son lo que algunos denominan posmaterialistas. Surgen en la década de los 60. Pero como bien apunta Arias Maldonado en su artículo Animalismo(s), sobreviven al retorno del materialismo. Otros autores consideran que se encuentran en las llamadas políticas de tercera generación. Son preocupaciones que surgen cuando están cubiertos otros aspectos de la sociedad. Se engloban en materias como el medio ambiente.
Yo creo que el deber de mejorar la vida de los seres vivos, surge de la empatía. Una cualidad que hoy por hoy, sabemos únicamente humana. De la capacidad de comprender el sufrimiento ajeno, surge el deber moral de evitarlo. Es por eso que uno de los argumentos de oposición a las políticas animalistas no se sostiene. Me refiero a quienes presentan la crueldad de la naturaleza y los modos de caza de los depredadores o las enfermedades como hechos inevitables y que por tanto, el dolor y el sufrimiento de los animales, es un hecho natural. Tampoco creo que la justificación de que algo es bueno porque es natural sirva para otros ámbitos de la política y el debate social. La viruela, el VIH y, según no pocos antropólogos y neurocientíficos, el homicidio son perfectamente naturales. No por ello debemos resignarnos a padecer unos y a asumir otros. Viene a ser un argumento inaceptable que el brillante filósofo Julián Baggini llamó falacia naturalista en su obra The duck that won the lottery and 99 other bad arguments.
El reconocimiento que hemos planteado por el que se admite que los animales, todos, son seres dotados de sensibilidad, informará al resto del ordenamiento jurídico. Esto nos da pie para acometer otras reformas que ya hemos planteado en perfecta consonancia con su régimen jurídico en las relaciones de derecho privado y su especial protección en el Código Penal.
En España es necesaria una legislación básica para la protección y el bienestar de los animales. Hace dos semanas se aprobó en el Congreso de los Diputados la incorporación a nuestro ordenamiento del Convenio de europeo de protección de los animales de compañía. Fue una ratificación tardía, puesto que es una norma de 1987. Esto nos indica lo despacio que vamos en estas materias. Hay mucho por hacer y mucho que mejorar en el trato que damos a los demás seres vivos.
La legislación de las autonomías es muy dispar: nos encontramos con la legalidad de la amputación del rabo de los perros en unas comunidades autónomas y su prohibición en otras. Igual sucede con otro tipo de prácticas. Es necesaria una legislación básica.
Ciudadanos ya ha presentado una proposición de Ley de Bases en esta materia. Queremos que se desarrolle un banco nacional de datos que almacene todos los chips del territorio nacional. Ahora mismo, como un animal perdido cruce de una autonomía a otra, ya no es posible su identificación. En la era de la información, es una tarea que no será muy compleja. Además, deberán tener acceso a estos datos las diferentes policías, la Guardia Civil, veterinarios y protectoras.
Otra de las lacras principales en la que tenemos la vergüenza de ser los europeos más desalmados, es en el abandono de animales de compañía. Actualmente se producen entre 120.000 y 135.000 casos al año. Es una cifra inaceptable. Hay varias vías para combatirla. La famosísima y brillante campaña “Él nunca lo haría” no debe ser un ejemplo aislado, hay que mantenerlas en el tiempo.

"La propuesta de Ciudadanos promueve las reformas legales necesarias para crear una categoría especial en el Código Civil distinta a las ya previstas, referida a los animales, donde se les defina como seres vivos dotados de sensibilidad. Además deberá prever las reformas legales necesarias para que los animales de compañía no puedan ser objeto de embargo en ningún procedimiento judicial"

Por otra parte, hay que evitar la compra por impulso, para que un animal no llegue a un hogar donde no están preparados para atenderlo en condiciones. Tener un perro o un gato, aumenta las tareas domésticas. Hay que salir a pasear, limpiar pelos, comprar comida, atenderlo y darle cariño, de pequeño mordisqueará muebles y un largo etc… La mayoría de los amantes de los animales, vemos compensadas estas molestias con la entrega incondicional, el juego, la compañía y el momento en que se tumban a tu lado con expresiones en la mirada que reconfortan y mejoran el peor de los días. Hasta el punto en que realmente no son molestias sino parte del privilegio de poder convivir con estos magníficos seres. Pero no siempre es así. A veces o no se puede o no se quiere asumir la tarea de cuidar a un perro o un gato. Lo mejor es no tenerlo. Para ello hay que evitar la compra por impulso. Evitar la exposición en escaparates o que se den animales como premio o recompensa en sorteos o concursos son medidas que estimamos eficaces.
Por otra parte, nunca vamos a poder evitar del todo que un mal tipo lleve a su perro a un descampado desconocido para el animal, lo haga bajar del coche, suba y acelere mientras ve por el retrovisor una carrera desesperada tras el vehículo. El perro no sabe que persigue a un traidor de la peor calaña. Persigue a alguien por quien daría su vida. Ese perro merece un hogar mejor, un hogar sin un sociópata. Para ello hay que fomentar la adopción. En esta labor deben participar todas las administraciones.
La peligrosidad de quien es capaz de torturar, abandonar o dar muerte cruenta a un animal es algo constatable a lo largo de la historia. Multitud de psicópatas y asesinos, comenzaron sus carreras de sangre dando muerte a animales.
Denunciar las peleas de perros cuando se tiene conocimiento de ellas o el maltrato y abandono ayudaría a la disminución de esta negra casuística. No sabemos qué pasaba por la cabeza de esa persona que abandonó a su perro y cuando éste encontró el camino de vuelta a su hogar, ladrando en la puerta alegre por el reencuentro, se subió al coche y lo atropelló en dos ocasiones, porque en la primera no logró matarlo. La denuncia de un vecino, permitió su detención y sanción.
Estas personas deben ser parte de un registro que impida la tenencia o el trabajo con otros seres vivos. También lo hemos recogido un nuestra proposición de ley de bases.
Es un deber colectivo, no hace falta ser militante animalista -en la concepción global que del animalismo se tiene- mejorar la vida de los demás seres vivos. Existen muchas medidas perfectamente asequibles por el global de los ciudadanos. La modernidad y el progresismo conllevan mejoras en estas materias.
Quiero terminar estas líneas haciendo un llamamiento a la unanimidad en estos asuntos. Que nadie crea que ostenta la titularidad de la mejora del bienestar animal y por ello se oponga a las propuestas de otros, o ponga en peligro acuerdos parlamentarios. El amor a los animales no entiende de ideologías, es patrimonio de millones de españoles de opiniones diversas en las demás materias. Además, acciones de este tipo, nos hacen a todos mejores personas.

Palabras clave: Animalismo, Animales no son cosas, Código Civil, Animales de compañía.
Keywords: Animal welfare, Animals are not objects, Civil Code, Pets.

Resumen

El Grupo Parlamentario de Ciudadanos en el Congreso, presentó una proposición no de ley en la Cámara Baja pidiendo la reforma del régimen jurídico de los animales de compañía en el Código Civil, de modo que dejasen de ser considerados bienes muebles, es decir cosas. La propuesta fue aprobada por unanimidad, inaugurando la que promete ser una legislatura importante para la protección y el bienestar animal.

Abstract

The Parliamentary Group of Citizens in Congress presented a non-legislative proposal in the lower house requesting the reform of the legal regime of animals in the Civil Code, so that they cease to be considered movable property, (or objects). The proposal was unanimously approved, giving way to one that promises to be an important legislature for animal protection and welfare.

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