La nueva promoción de notarios se reunió los días 17, 18 y 19 de octubre en Alcalá de Henares y en la sede del Consejo General del Notariado para profundizar en aspectos clave de la profesión, incidiendo en los valores del Notariado y su función social, así como en las responsabilidades y en los retos y desafíos del notario del siglo XXI.

En las jornadas de trabajo y convivencia organizadas por el Colegio Notarial de Madrid en colaboración con el Consejo General del Notariado, los jóvenes notarios estuvieron acompañados por notarios en activo y notarios jubilados con un reconocido magisterio intelectual.
El acto inaugural contó con las intervenciones de la directora de Seguridad Jurídica y Fe Pública, Sofía Puente; el vicepresidente del Consejo General del Notariado, Raimundo Fortuñy; el alcalde de Alcalá de Henares, Javier Rodríguez Palacios; y el rector de la Universidad de Alcalá de Henares, José Vicente Saz.

Diálogo: ¿Qué tipo de notario quiero ser? Líneas rojas
Ponentes: Juan Pérez Hereza, notario de Madrid, y Antonio Domínguez Mena, notario de Madrid
En el diálogo sostenido por Antonio Domínguez Mena y Juan Pérez Hereza se procuró una reflexión sobre cómo se desarrolla la función notarial en la práctica diaria. A este respecto hay que partir de la diversidad de otorgantes y de tipos documentales así como de la doble vertiente profesional y funcionarial del notario, dualidad que lleva consigo una cierta flexibilidad en el ejercicio de la función notarial para adaptarse a las necesidades de cada concreto otorgante y documento. Por todo ello, hay ciertos aspectos del desempeño de la actividad notarial que, aún dentro de la norma vigente, admiten distintas opciones entre las cuales cada notario debe elegir, pero también hay aspectos innegociables, que se podrían llamar las líneas rojas. Innegociables son la obligatoria prestación de la función y el compromiso con la verdad. Pero existen otros elementos respecto de los cuales la prestación de la función no se plantea de forma tan evidente exigiendo del notario tomar una decisión que será variable en función de las circunstancias. Así ocurre con el asesoramiento o la labor conformadora del negocio jurídico que deben prestarse de forma desigual en cada caso.
A lo largo de la vida profesional se encuentran situaciones en las que prevalece más uno de los aspectos de la función u otros, por razones diversas como el tipo de localidad, de clientela o, incluso, el momento histórico y social. Pero conviene no olvidar que todas estas actividades (dación de fe, asesoramiento, control de legalidad y regularidad material, colaboración con las Administraciones Públicas) en que se descompone la función notarial forman parte de la misma a las que no puede renunciarse de antemano y con carácter general. Esto también constituye una línea roja cuyo tránsito se debe evitar.
Y, finalmente, no hay que olvidar que toda la actuación notarial desemboca en un documento público con un valor predeterminado legalmente. Por ello con la actuación notarial se debe hacer al documento autorizado acreedor del valor que le asigna el ordenamiento jurídico.
Todas estas reflexiones fueron desarrolladas por los ponentes con ejemplos de la práctica diaria acerca de cómo se manifiestan estos principios a la hora de autorizar o denegar un documento y en las relaciones con los clientes, los compañeros notarios, los empleados y con otros funcionarios de las Administraciones Públicas.

Mesa redonda: El ejercicio de la función y el primer destino
Presentador y moderador: Carlos Pérez Ramos, notario de Madrid
Ponentes: Lucía Pilar Gil López de Sagredo, notario de Barcelona, Jesús Lleonart Castro, notario de Cervera de Pisuerga (Palencia), e Ignacio Martínez-Gil Vich, notario de Madrid
En esta mesa redonda se debatió sobre la importancia de los primeros destinos en la carrera notarial.
Desde una perspectiva personal, se analizó la importancia de la figura del notario en los pueblos y en el entorno rural, la confianza inmediata que se deposita en él desde el primer momento y que se percibe de forma agradecida como una herencia de gran valor y cuya custodia requiere una gran responsabilidad. Sin olvidar que en la actualidad es posible que el primer destino sea una ciudad, los ponentes alentaron a los nuevos notarios a no desdeñar el papel de los pueblos en la formación continua del Notariado y en la importancia de la función notarial como servicio público, que debe llegar a todos, especialmente en los lugares más alejados de las posibilidades que ofrecen las ciudades. Todo ello sin olvidar que el ejercicio de la profesión en el entorno rural trufa el quehacer diario con las más variopintas y divertidas anécdotas, como pudieron comprobar los nuevos notarios.
Por otro lado, se destacó la importancia de la formación constante del notario, de forma que la aptitud demostrada en la oposición no pase, como el recuerdo de un esfuerzo titánico, sino que pese como una actitud hacia el ejercicio de la profesión. La colaboración en las diferentes esferas corporativas, en las publicaciones editadas desde el Consejo General del Notariado y los Colegios Notariales de España, la dedicación a los opositores y futuros compañeros en las academias de preparación o la participación en las oposiciones ente notarios, son claros ejemplos de la llamada que reciben los nuevos notarios. De las oposiciones entre notarios se destacó el privilegio que supone contar con la posibilidad de promocionar en la carrera a través de un proceso en el que prima el esfuerzo y la dedicación, auténtico baluarte del prestigio del cuerpo de notarios.
Los ponentes subrayaron la importancia de la labor diaria del notario con cada cliente, la dedicación a los asuntos del tiempo y la atención que requieren, independientemente de la naturaleza del documento, en fin, la vocación de servicio público del notario.
Concluyeron alentando a los nuevos notarios a no sentirse abrumados por los inminentes cambios tecnológicos y la natural evolución del otorgamiento, a ejercer con pasión y honradez la función notarial y, especialmente, a disfrutar de los primeros años de la carrera. Una carrera larga en la que se puede estar al frente de diferentes tipos de notaría, pero en la que se es un único tipo de notario, el que nace en los albores de estos ilusionantes primeros años.

Diálogo: Los desafíos de la función notarial. ¿Qué puedo hacer yo por el Notariado?
Ponentes: Carmen Rodríguez Pérez, Decana del Colegio Notarial de Murcia, y Concepción Pilar Barrio Del Olmo, Vicedecana del Colegio Notarial de Madrid
En esta mesa-diálogo se trataron de los desafíos del Notariado y de la necesaria participación de todos los notarios en tareas corporativas.
Respecto a los retos del Notariado, además de señalar como tales continuar colaborando en la lucha contra plagas del siglo XXI como son el blanqueo de capitales, la financiación del terrorismo y la corrupción; el uso generalizado de las nuevas tecnologías como medio para que el Notariado cumpla su función con celeridad y eficacia, pero que no afectan a la esencia de esa función; la salvaguarda de la seguridad jurídica; y una mayor intervención del Notariado en los medios adecuados de solución de controversias, coincidieron en señalar que el mayor reto o desafío del Notariado es mantener la confianza que el ciudadano ha depositado en los notarios.
Frente a cierta tendencia a minimizar la función notarial en aras a una pretendida y falsa agilidad hay que acentuar, sin perder eficacia y celeridad, el trato personal del notario con el ciudadano que se manifiesta en la redacción del documento y en la función de asesoramiento y consejo, esencial tal como establece el artículo 1.2 RN, y en esa línea van las últimas normas como son la Ley 5/2019, de 15 de marzo, reguladora del crédito inmobiliario, que ha confiado al Notariado la comprobación del cumplimiento del principio de transparencia material, de tal manera que el acta de transparencia se convierte en la pieza angular de la contratación hipotecaria; y la Ley 8/2021 de 2 de junio, por la que se reforma la legislación civil y procesal para el apoyo a las personas con discapacidad en el ejercicio de su capacidad jurídica, que para los notarios implica una grandísima responsabilidad moral y jurídica, y muestra, una vez más, la confianza de la sociedad en el Notariado, en este caso, para desarrollar unos objetivos con los que los notarios se sienten absolutamente identificados como son el respeto a la igualdad y a la libertad de la persona.
Señalaron como otras muestras de tal confianza todas las nuevas competencias que se han atribuido al Notariado, por ejemplo, en la Ley 14/2014, de 24 de julio, de Navegación Marítima; la Ley 12/2015, de 24 de junio, en materia de concesión de la nacionalidad española a los sefardíes originarios de España; la Ley 13/2015, de 24 de junio, de Reforma de la Ley Hipotecaria aprobada por Decreto de 8 de febrero de 1946 y del texto refundido de la Ley de Catastro Inmobiliario, aprobado por Real Decreto Legislativo 1/2004, de 5 de marzo; y, por supuesto, la Ley 15/2015, de 2 de julio, de la Jurisdicción Voluntaria, que supuso, definitivamente, la intervención de los notarios en todos los actos y negocios jurídicos de mayor trascendencia en la vida económica y familiar de las personas.
Trataron, entre otras, cuestiones como cuál es la reforma que más ha cambiado la percepción que los ciudadanos tienen de los notarios, qué expedientes de la Ley 15/2015 tienen una mayor aplicación en la práctica y cómo afectan al modo de trabajar en los despachos, cómo percibe el ciudadano el acta de transparencia previa a la firma de un préstamo hipotecario, y qué diferencia hay en la actuación del notario cuando comparece una persona con discapacidad, destacando que la Ley deposita en el Notariado su confianza como apoyo institucional. Es el notario quien debe procurar que el otorgante desarrolle su propio proceso de toma de decisiones y es el notario quien debe valorar si la persona con su solo apoyo institucional puede llevar a efecto su pretensión o si necesita, además, otro tipo de ayuda para tomar su decisión, o simplemente para expresarla, o para comprender el instrumento público.
Concluyeron que al recordar todas las reformas que se han producido hasta el momento y todas las nuevas competencias atribuidas en menos de diez años, es verdaderamente gratificante comprobar cómo los notarios han asumido, cumpliendo sus fines y sus responsabilidades, todas las nuevas competencias sin defraudar, una vez más, la confianza depositada en el Notariado.
Para terminar insistieron y animaron a todos los nuevos notarios a participar, cada uno en la medida de sus posibilidades o preferencias, en tareas corporativas.

Mesa redonda: El valor de la función notarial
Presentador y moderador: Alfonso Madridejos, notario de Madrid
Ponentes: Ignacio Solís Villa, notario jubilado, Salvador Torres Ruiz, notario de Granada, y Rodrigo Tena Arregui, notario de Madrid
En la segunda mesa redonda Ignacio Solís comenzó su exposición disertando sobre el entronque de la función notarial en la Constitución española de 1978 y sobre la importancia de la actuación del notario para garantizar la seguridad jurídica y las libertades de los ciudadanos. Rodrigo Tena hizo una primera aproximación al valor económico de la función notarial destacando la gran importancia que tiene en el mercado el prestigio del que goza el Notariado y que se extiende a su principal producto, la escritura pública. Y Salvador Torres destacó la importancia y necesidad de la integración de los notarios en la vida corporativa y de su actuación en distintos ámbitos como los académicos, científicos, culturales, etc. A continuación los integrantes de la mesa intercambiaron opiniones sobre los orígenes históricos del Notariado y su adaptación a la realidad social de cada tiempo y sobre el futuro de la profesión, destacando la repercusión que están teniendo las nuevas tecnologías e insistiendo en la importante labor individual que cada notario, desde su población, está llamado a desempeñar.

Diálogo: La función social del Notariado en la Historia y en la actualidad
Ponentes: Plácido Barrios Fernández, notario de Alcalá de Henares, y David Hurtado Cañas, notario de La Carlota (Córdoba)
El ponente Placido Barrios comenzó su exposición sobre el significado histórico del lugar donde se desarrollaban las Jornadas, el Parador de Alcalá de Henares. Cárcel ya desde el siglo XIX, fue testigo de un hecho histórico. Melchor Rodríguez, el ángel rojo, siendo Director de Prisiones logró salvar con su intervención a los 1.500 presos que de otro modo hubiesen sufrido la ira de quienes pretendían asaltarla tras un bombardeo de la ciudad en diciembre de 1936.
Entrando en materia, comenzó diciendo que a la pregunta de una periodista sobre el hilo conductor de la Exposición sobre el documento notarial del Congreso de Málaga, se contestó: “el notario, el escribano de entonces, al servicio de la sociedad”. Las Costumes de Tortosa de 1294 hablan del notario como servus públicus, no por siervo, sino por estar al servicio del pueblo, lo que explicará la pervivencia secular de la institución. El contacto directo, el trato diario con el ciudadano, de a pie, engrandecen la profesión.
Los protocolos son, además, una de las fuentes más democráticas para el historiador. Igual se recogen unas capitulaciones de la más pudiente aristocracia que una declaración de pobre de un menesteroso que busca ser enterrado de limosna.
Se hace a continuación un recorrido sobre documentos que atestiguan esa vinculación. El escribano estaba ahí como confesor privilegiado o consejero íntimo del que habla Sabatier. A él le confían los particulares sus cuitas, padecimientos, anhelos o preocupaciones.
De actas, desde cartas de parto, de circuncisión, de pérdida de virginidad a las actas de la Guerra Civil: las del bombardeo de Gernika o del Museo del Prado.
Esta última es autorizada en 1936 por el notario de Madrid, Enrique Casuso. Se destaca cómo el trabajo notarial disminuyó en la capital durante la contienda. Si en 1934 de 51 notarios, el 76% firma más de 1.000 documentos anuales, en 1938, solo uno, el mencionado Casuso, hace 1.100 números; del resto, el 54%, firma menos de 100 números. Hay noticia de 32 notarios fallecidos en España por causa de la Guerra Civil. El notario sufre con la sociedad a la que sirve.
De actas electorales, la autorizada por Joaquín Costa en Madrid el 12 de mayo de 1895. Cuando el Presidente de la mesa, que no quiere su presencia, le conmina a irse, él escribe: “En uso de mi derecho como notario y para cumplir con mis deberes profesionales he desatendido tan ilegal y arbitraria conminación”. Toda una declaración de principios en defensa de la labor notarial. En el acta se constata el voto “suplantado” de hasta 22 votantes.
Testamentos a favor de incluseros o con reconocimiento de hijos “por descargo de mi conciencia”.
Mención especial merece la pandemia. El episodio del cólera en Madrid en 1865, donde se autorizaron 1.300 testamentos solo en el mes de octubre, estando de guardia día y noche cuatro notarios en la sede colegial, se conecta con la reciente COVID 19 en la que el Notariado fue declarado servicio esencial y su labor muy valorada. En Alcalá, con una gran incidencia (más de 2.000 muertos), la gente se sorprendía gratamente de que las notarías estuvieran abiertas.
Los ponentes acabaron diciendo: “Ingresáis en una profesión maravillosa. Por eso abriros a la sociedad, integraros en ella, con ánimo de servir, de ser útiles”.
Por último, lanzaron un ruego personal: “Si en vuestro ejercicio accedéis a algún documento singular, recopilad esa información para en el futuro contarla. La Historia del Notariado la debemos escribir los notarios”.

Mesa redonda: Nuevas tecnologías y función notarial
Presentador y moderador: José Alberto Marín Sánchez, Decano del Colegio de Cataluña
Ponentes: Manuel González-Meneses García-Valdecasas, notario de Madrid, Itziar Ramos Medina, notario de Córdoba, y José Carmelo Llopis Benlloch, notario de Viver (Castellón)
En esta mesa redonda el ponente Manuel González-Meneses insistió en la importancia de la cuestión tecnológica en este preciso momento para la profesión, tanto en el plano práctico como en el teórico.
En el plano práctico, el uso creciente de herramientas propias de las nuevas tecnologías de la información y comunicación debe venir acompañado por parte del notario de un especial celo y cuidado. Así, autorizar una escritura pública notarial identificando al otorgante y juzgando su capacidad y la realidad de su consentimiento mediante una videoconferencia, manteniendo el mismo nivel de seguridad que hasta ahora permite la presencia física, es algo que va a exigir una muy especial diligencia por parte del notario.
Y en el plano teórico, advirtió a los nuevos notarios que van a vivir y ser protagonistas de un cambio absolutamente radical en las formas de proceder que han venido practicando los notarios desde hace siglos: no solo el aludido otorgamiento a distancia o no presencial de documentos notariales, sino también el portal notarial del ciudadano y, por supuesto, la matriz electrónica y las copias e incluso todo el protocolo en la nube, y hasta la escritura pública inteligente, por incorporar código autoejecutable… Todo esto -les advirtió- va a exigir un gran esfuerzo intelectual, para que, como juristas, los nuevos notarios sean capaces de discernir lo sustancial de lo accesorio, el fondo de la forma; y al mismo tiempo para que, como tecnólogos, conocedores de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, entiendan cómo funcionan éstas, qué seguridad proporcionan o no, cuáles son sus fortalezas o debilidades, lo que va a requerir a su vez una especial disponibilidad intelectual por su parte.
Esta formación en el significado jurídico de la función notarial y también en tecnología es aún más precisa en un contexto en que son muchos los que sostienen que en el mundo digital los notarios están de más, porque existen herramientas tecnológicas -la firma electrónica cualificada, es decir, la firma electrónica avanzada apoyada en un certificado expedido por un prestador de servicios electrónicos de confianza homologado o cualificado, y ahora para muchos también blockchain- que pueden aportar una garantía de autenticidad e integridad documental que podría reemplazar a la escritura pública, con un coste además muy inferior.

Mesa redonda: La responsabilidad del notario
Presentador y moderador: José María Graiño Ordóñez, Decano del Colegio Notarial de Galicia
Ponentes: Isidoro Lora-Tamayo Rodríguez, notario jubilado, Cruz Gonzalo López Müller, notario de Madrid, y Pedro Armas Omedes, notario de Madrid
En la mesa redonda sobre responsabilidad notarial que se impartió a los notarios de la última promoción, Pedro Armas disertó sobre las quejas y reclamaciones que se producen en el día a día de la labor profesional, y que son atendidas por los Colegios Notariales.
Para ello el ponente se basó en los datos proporcionados por el Servicio de Atención al Usuario del Colegio Notarial de Madrid, señalándoles que las quejas más ordinarias eran, por este orden, la dificultad de acceder al notario, las relativas a la aplicación del Arancel, las relacionadas con la dificultad de encontrar notarios que accediesen a realizar actas que conllevaran salidas del despacho y, por último, el trato descortés con los clientes.
Los Colegios realizan una encomiable labor de contención de dichas reclamaciones contactando con la oficina notarial y con el notario/a y evitando en la mayoría de las ocasiones que se deba iniciar un procedimiento escrito sobre la cuestión, para lo que se necesita que la oficina notarial y el notario colaboren con los Colegios, pues ello redunda en beneficio de todos.
Estas quejas en ocasiones pueden dar lugar al inicio, por parte del Colegio, de informaciones reservadas que pueden derivar en expedientes disciplinarios si la actuación es subsumible en alguna de las faltas que recoge el régimen disciplinario.
A la vista de la experiencia y de lo visto en todos los Colegios de España, se recordó que la atención personalizada a los clientes por parte del notario, evita en la mayoría de las ocasiones que las posibles quejas o reclamaciones sobre el servicio ofrecido por la notaría lleguen a mayores, evitando con ello mucho tiempo y esfuerzo al notario, a la notaría y a los Colegios.

Mesa redonda: El Notariado en el mundo
Presentador y moderador: Alfonso Cavallé Cruz, Decano del Colegio Notarial de Las Islas Canarias
Ponentes: Pedro Carrión García de Parada, notario de Madrid, y Álvaro Lucini Mateo, notario de Madrid
Al final de la segunda jornada se ofreció a los nuevos notarios un panorama de las actividades internacionales del Notariado, en una mesa redonda bajo el título “El Notariado en el mundo”. La presentación fue realizada por los notarios que dirigen las tres áreas en que se divide la sección internacional del Consejo General del Notariado, Alfonso Cavallé Cruz, delegado para América, Álvaro Lucini Mateo, delegado para el Consejo de Notariados de la Unión Europea (CNUE) y Organismos Internacionales y Pedro Carrión García de Parada, delegado para la Unión Internacional del Notariado (UINL).
Los tres intervinientes coincidieron en poner de manifiesto el prestigio e importante papel del Notariado español en el ámbito internacional, fruto de su larga tradición histórica, del alto nivel de preparación jurídica exigida en España para el acceso al Notariado, de la extensión de las competencias notariales en nuestro país y de la adaptación exitosa realizada en los tiempos más recientes por el Notariado español en ciertas áreas de vital importancia, como la tecnología de la información y las comunicaciones y la prevención del blanqueo de capitales.
Asimismo apuntaron los intervinientes las características peculiares de sus ámbitos respectivos: los vínculos comunitarios profundos por lengua e historia compartidas y la influencia del Notariado español en los Notariados de la América hispana; la dimensión política y diplomática de una UINL surgida hace 75 años de la iniciativa del notario español Rafael Núñez Lagos y del escribano argentino José Adrián Negri, que ha crecido hasta reunir hoy a los Notariados de 91 países de los cinco continentes, en conjunto alrededor de dos tercios de la población y del 60% de la economía mundiales; el seguimiento activo desde el CNUE de las iniciativas legislativas de la Comisión Europea con el fin de que las normas procedentes de la UE respeten el modelo de seguridad jurídica preventiva basado en el documento público notarial y en un estatuto del notario a caballo entre la función pública estatal y el ejercicio de una profesión jurídica.
Tras las explicaciones acerca de la organización y funcionamiento de la sección internacional del Consejo, los notarios de nuevo ingreso con interés por el Derecho internacional y conocimiento de lenguas extranjeras, fueron invitados a incorporarse a las tareas de dicha sección, donde a cambio de su esfuerzo les espera una experiencia muy enriquecedora, tanto en el aspecto intelectual como en el de las relaciones personales.

La jornada comenzó con la mesa redonda: “La colaboración del Notariado con la Administración”, presentada y moderada por María Teresa Barea Martínez, Decana del Colegio Notarial de Andalucía. Fueron ponentes: Ignacio Ferrer Cazorla, Decano del Colegio Notarial de Extremadura, y Francisco Cantos Viñals, Decano del Colegio Notarial de Valencia.
Durante la tarde tuvieron lugar las siguientes presentaciones:
Órgano Centralizado de Prevención del Blanqueo de Capitales (OCP), por Ignacio Gomá Lanzón, notario de Madrid, y presidente del Grupo de Trabajo de la CNUE sobre lucha contra el blanqueo de dinero departió acerca del Órgano Centralizado de Prevención del Blanqueo de Capitales (OCP). Desarrolló la idea de que la lucha contra el blanqueo ha alterado la función notarial, que ahora comprende el control de la regularidad material, recalcó la importancia de conocer las obligaciones que nos conciernen mediante el estudio del Manual y la realización de los cursos obligatorios y explicó en líneas generales la operativa del Órgano Centralizado de Prevención y en particular cómo facilita el cumplimiento de las obligaciones del notario y realiza otras propias.
Sobre ANCERT habló Luis Fernández- Bravo Francés, Decano del Colegio Notarial de Castilla-La Mancha, explicando cómo la tecnología había cambiado la función notarial desde tiempos remotos, las interioridades de la firma electrónica y su evolución y el funcionamiento de la plataforma SIGNO, que mostró en directo y en remoto a los asistentes y, en términos generales, la importancia de Ancert como instrumento de la política tecnológica del Conejo General del Notariado.
Luis Rueda Esteban, notario de Madrid, habló de NOTESVA, que proporciona servicios de seguros al Notariado, recalcando las ventajas que tiene para el notario por su administración realizada por notarios y además realizó algunas consideraciones motivadoras de la importancia de la función notarial y de su propia experiencia como notario.
Almudena Castro-Girona Martínez, notario de Castellbisbal (Barcelona), explicó el funcionamiento de la Fundación AEQUITAS, de la que es directora, recalcando la importancia que ha tenido esta entidad como brazo de nuestros órganos corporativos en defensa de las personas más vulnerables, realizando una encendida defensa de la necesidad de que las nuevas generaciones se impliquen con estas instituciones y en general en todo el trabajo corporativo.
La clausura corrió de cuenta de José Ángel Martínez Sanchiz, Presidente del Consejo General del Notariado y Decano del Colegio Notarial de Madrid y de Concepción Pilar Barrio del Olmo, Vicedecana del Colegio Notarial de Madrid.