Menú móvil

El Notario - Cerrar Movil
REVISTA110

ENSXXI Nº 113
ENERO - FEBRERO 2024

 

Benito Torrecillas Baena
Notario de Falset (Tarragona)

Soy uno de los 90 aprobados en la última convocatoria a Oposición a Notarías 2021-2022 celebrada en el Colegio Notarial de Madrid. Tras catorce interminables años de estudio, aprobé la oposición. Y a pesar del tiempo, no me arrepiento de haber opositado, incluso aunque no hubiera salido bien.

Quiero subrayar que admiro a todos los que lo intentan por el simple hecho de hacerlo. Para opositar a Notarías, y a cualquier otra oposición, dice D. Antonio Domínguez Mena, no se necesita “una genética especial, sino una firme determinación para conseguir el objetivo propuesto” (1). Y no puedo estar más de acuerdo. En un mundo en el que se quiere todo de inmediato, opositar es algo excepcional. Pero cualquier persona que ponga fuerza de voluntad, humildad, constancia y disciplina, puede lograrlo. Si fuera fácil, todo el mundo lo haría. Por eso, en la sociedad actual, el hecho de apostarlo todo por un sueño merece ser ensalzado. El aspirante a notario puede parecer una especie en extinción ya que debe ser paciente y prepararse para una auténtica carrera de fondo, en la que todo gira alrededor de su objetivo.
Mucha gente no se atreve a opositar porque nadie te garantiza que apruebes y, ante la incertidumbre de no conseguirlo, desisten. Pero creo que siempre hay que intentarlo, y si no sale bien, al final, la oposición te transmite valores, disciplina y hasta te permite saber quién está contigo en tus peores momentos. Además, los conocimientos no caen en saco roto. Cada vez son más las Notarías y despachos de abogados que se “pelean” por los opositores. En definitiva, siempre merecerá la pena arriesgar que quedarse con las dudas, porque quien no arriesga, no gana.

“Es fundamental ir poniendo pequeñas metas y siempre dando prioridad a la calidad antes que a la cantidad. Sócrates decía: ‘Aprender es recordar’”

Voy a intentar convencerles explicando mi trayectoria en las diferentes etapas de la oposición. Nos situamos en julio del 2008, ¡ni existía la Ley de Sociedades de Capital! Todo el mundo me advertía de la crudeza de estudiar Notarías, de que iba a “perder mi juventud”; pero yo prefería utilizar la palabra “invertir”. Los primeros días de estudio se nota mucho el cambio de la Universidad al día a día de la oposición y puede ser necesario un “periodo de adaptación”. Incluso al principio te puedes sentir agobiado. La clave es trazar un plan de estudio con objetivos ambiciosos, pero alcanzables, e ir restando. Si al comenzar el día ves el montón de temas y te paras a pensar en todo lo que te queda por estudiar, puedes acabar en la más absoluta desesperación. Es fundamental ir poniendo pequeñas metas y siempre dando prioridad a la calidad antes que a la cantidad. Sócrates decía: “Aprender es recordar”. Desarrollar tu capacidad memorística y demostrarla ante el preparador es muy satisfactorio, ya que es lo que irá llenando nuestra moral de esperanza y ganas.
Ante la posible sensación de soledad por el aislamiento del mundo que te rodea, el opositor está arropado por su familia y sus preparadores que, de manera altruista, sin cobrar ningún tipo de retribución, te forman, aconsejan, guían y te animan, haciendo incluso de psicólogos. Puede haber también monotonía, en tanto que todos los días parecerán iguales, pero esos pensamientos creo que deben sustituirse por la visualización mental de conseguir aprobar; esto es, pensar en todo lo que podemos llegar a ser. En cuanto al estudio, los fines de semana se hacen un poco más duros, ya que todo tu entorno tiene tiempo libre y muchas personas no entienden cómo puedes estar tantas horas estudiando. Supone renunciar a muchas cosas, pero la oposición te ayuda a conocerte mejor, a valorar el tiempo y a madurar.
Durante los primeros años, recomendaría ir a ver exámenes. No en vano, los ejercicios son públicos y esto puede ayudar a familiarizarte con todo el “proceso”: presenciar cómo los opositores hacen pasillo junto a sus familiares, visualizar cómo se “sacan las bolas” y apreciar las diferentes formas de exponer un tema. Creo que puede llegar a ser beneficioso a fin de saber “qué nos vamos a encontrar” cuando nos toque.
En cuanto a los temas que llevaba en primera vuelta, empecé llevando tres temas semanales y conforme adquirí rodaje, llegué a llevar cuatro. En mi caso, tardé unas treinta y cinco semanas, esto es, unos nueve meses en dar la primera vuelta. La última vuelta del primer ejercicio la di en once días. El segundo ejercicio, lo empecé a preparar una vez realizada la primera vuelta a la parte de Derecho civil del primer ejercicio y lo llegué a concentrar en siete días.
Siguiendo con mi trayectoria, en 2011 cambié de preparador, el cual me da un consejo decisivo: incorporar Sentencias y Resoluciones de la Dirección General (hoy de Seguridad Jurídica y Fe Pública) para lucirnos en las exposiciones orales de los temas. Era estimulante cantar un tema y resaltar ese nuevo contenido, así como los comentarios de la doctrina, que no solo sirven para subir nota, sino también a efectos del tercer ejercicio.

“Ante la posible sensación de soledad por el aislamiento del mundo que te rodea, el opositor está arropado por su familia y sus preparadores que, de manera altruista, sin cobrar ningún tipo de retribución, te forman, aconsejan, guían y te animan, haciendo incluso de psicólogos”

En 2012 me presenté en Valencia con todo el temario por primera vez. Se oyen rumores de sorteo, de composición de Tribunales y de fecha de comienzo de los ejercicios. El día del sorteo es imposible estudiar, ya que estás pendiente hasta que conoces el resultado, lo cual será decisivo para saber cuándo te convocarán e influirá en la planificación de los meses venideros. Cuando conoces el número que te ha tocado es como si “cayera un rayo justo a tu lado”. Cómo se organicen las semanas previas al primer ejercicio es fundamental, pues se intenta darle una última vuelta a todo el temario para consolidar los contenidos, pero a medida que pasan las semanas… las veinticuatro horas del día se quedan cortas, viviendo jornadas interminables de estudio, reduciendo el día de descanso y, hasta el día del examen, se llegan a hacer unos esfuerzos sobrehumanos, de ahí la importancia de dosificar el esfuerzo.
Uno de los momentos característicos de la oposición es el llamado “pasillo”: nervios, familias rezando, opositores repasando, tensión, ansiedad, incertidumbre… y el acompañante que está contigo apoyándote, pase lo que pase. El bedel recita tu nombre y llega la hora de “sacar los temas”. El Tribunal te concede cinco minutos para hacerte un esquema, y cuando estás listo, “pides la venia del Tribunal para comenzar el ejercicio”.
En mi caso particular, al aproximarse el día del examen, me entraba una ansiedad que no era capaz de controlar. Entendí perfectamente por qué a estas oposiciones las llaman el “cementerio de las matrículas de honor”. Estaba acostumbrado en la Universidad a repasar todo el día de antes del examen, circunstancia que, en la oposición, era inalcanzable, por lo que conforme se acercaba el día decisivo, me ponía más nervioso y decidí presentarme en el segundo llamamiento. Con todo el dolor de mi corazón, me retiré. Me suspendí a mí mismo y ni siquiera le di al Tribunal la opción a que lo hicieran ellos. Nadie entiende por qué te retiras. Antes de entrar a la sala, crees que no te vas a acordar de los temas, o vas a decepcionar a tu familia o a tu preparador, y nada más lejos de la realidad. No decepcionas a nadie, solo hay que confiar en uno mismo. Y hay que saber aguantar la presión, no solo en el día a día de estudio, sino también a la hora de afrontar el examen. Animo a todos los opositores para que no duden de su valía, de sus posibilidades y confíen en ellos mismos.
Todos sabemos lo importante que es descansar correctamente para rendir al máximo. No hay que dejar pasar los días de insomnio, sino intentar paliar el nerviosismo con infusiones naturales, melatonina, tila, etc., y si, aún así, no hay manera de dormir, siempre está la posibilidad de acudir a un profesional médico. Sin descanso, nuestra mente estará bloqueada y nos impedirá tener la concentración necesaria para llevar a cabo el ejercicio con el nivel que se requiere. En este sentido, véase el artículo de D. Miguel Prieto Escudero (2).
Tuvieron que pasar tres años hasta la siguiente convocatoria. Eso significa que el que suspende el primer ejercicio tiene que estar demasiado tiempo esperando a tener una nueva oportunidad. Todo ello, unido a la cantidad de reformas que recientemente están apareciendo, puede ser desmoralizador. Por eso, coincido con los que defienden que sería aconsejable que las oposiciones fueran anuales. A más oportunidades, más estímulo. En relación con esto, recomiendo la lectura de un artículo de D. Albert Domingo (3).

“Uno de los momentos característicos de la oposición es el llamado ‘pasillo’: nervios, familias rezando, opositores repasando, tensión, ansiedad, incertidumbre… y el acompañante que está contigo apoyándote, pase lo que pase”

Así, nos plantamos en Barcelona en el año 2015. Pero la ansiedad y el insomnio me llevan a la segunda vuelta del primer llamamiento. Barcelona, 23 de julio de 2015. Allí estaba de nuevo, pero esta vez sin escapatoria. Tenía que entrar y aguantar como fuera. A medida que salían los temas se fue iluminando mi mente. Y tras unos minutos empecé a “cantar”. El Tribunal asentía mientras estaba recitando los temas, lo que me transmitió mucha confianza. Aprobé y al día siguiente el Tribunal me felicitó. Es cierto que al haber ido al segundo llamamiento y habiendo entre medias una reforma de calado como la de Jurisdicción Voluntaria y la del Catastro, así como un cambio de programa, provocó que no tuviera tiempo para preparar el segundo ejercicio. A pesar de todo, el Tribunal me dijo que habían escuchado muy pocos ejercicios como el mío, lo que me impulsó para seguir luchando.
Moraleja: siempre vamos a estar nerviosos antes de entrar a la sala, puesto que es imposible controlar todos los temas, pero aún así hay que tener esperanza y confiar en el trabajo de los meses previos. Recuerdo como tenía la sensación de no acordarme de nada, pero cuando sacas los temas, la mente se aclara. Los temas están en la cabeza. Es cierto que siempre hay temas que pueden gustarte más que otros, pero hay que confiar en que, salga el que salga, lo podremos defender. No hay una fuerza oculta que nos haga levantarnos de la silla. Lo que depende de nosotros es aguantar y si hay que suspender, que nos suspenda el Tribunal, pero no nosotros. Incluso aunque creamos que lo estamos haciendo mal, hay que seguir luchando y terminar el ejercicio, porque un ejercicio que nosotros creamos que es malo, puede ser un gran aprobado.
Quiero detenerme en este punto, ya que hubo un cambio de programa que provocó que muchos opositores dejaran la oposición. ¿Cómo afrontas el cambio de programa cuando llevas tantos años estudiando? La forma de llegar a la meta ha cambiado, pero no el objetivo final. Te marcas un objetivo y detrás del cambio de programa sigue estando el sueño de ser notario. La pregunta no es “¿puedo con esto?”, sino “¿cómo puedo con esto?” El secreto para progresar es empezar. Había que empezar de nuevo, dividiendo la tarea de adaptar el programa, pero con la ilusión de lo conseguido y superado hasta entonces.
Llegamos a la convocatoria de Madrid 2017-2018 confiando en que esta sería la definitiva. Superé el primer ejercicio con tensión en los días previos, pero convencido de que, saliera el tema que saliera, lo defendería. Aprobé el segundo ejercicio y me planté en el deseado dictamen. Solo quedaba un paso. A mí pesar, lo suspendí.
Si bien es durísimo quedarse a las puertas, aún así, vi una evolución. Desde que empecé había una línea ascendente. Llegar al dictamen, además, proporciona una visión general del programa que no te da ninguna otra fase previa en la oposición. Soy de los que piensa que una persona que ha llegado al tercer ejercicio tiene que seguir intentándolo, siempre que las fuerzas acompañen. La línea entre el aprobado y el suspenso en el dictamen es casi transparente y no hay que tomarse el suspenso como un fracaso, sino como una enseñanza y aprendizaje. E incluso hay que sentir, cuando llegas al tercero, que progresas poco a poco, y que la próxima convocatoria irás mejor que la anterior.
Un error, a mi juicio, es no preparar el dictamen hasta que no has aprobado el segundo examen. El dictamen es una prueba escrita de seis horas de duración en la que el opositor debe resolver una serie de problemas jurídicos dando su “opinión fundada”. En dicha prueba el tiempo no corre, vuela. A diferencia de los orales, donde los temas están acotados, el dictamen es inabarcable y requiere de un enfoque muy distinto. En este punto coincido de nuevo con la opinión de D. Antonio Domínguez Mena sobre la importancia de prepararlo con antelación (4).
La siguiente convocatoria fue en Andalucía donde suspendí el segundo ejercicio, después de haber llegado al dictamen en la anterior. Lo vi como un paso atrás y posiblemente, en esta etapa, viví el momento más doloroso. Quien no ha caído nunca no sabe el esfuerzo tan grande que cuesta levantarse. Te planteas si merece la pena seguir ¿Quién me dice que la próxima vez no me va a pasar lo mismo? Además, mientras los opositores siguen estudiando al terminar la Universidad, la vida sigue, y tus amigos se han ido casando, formando una familia y evolucionando, mientras tú sigues estando en el mismo punto de partida, sin experiencia laboral y habiendo sacrificado años importantes de vida. Pero mirando atrás no puedo sino sentirme satisfecho del esfuerzo realizado. Decía Nelson Mandela que La mayor gloria no es nunca caer, sino levantarse siempre. Al final, cuando persigues un sueño y cuando crees que se puede, que ya has llegado antes al final, sacas fuerzas para intentarlo de nuevo y así fue como me planté en mi última convocatoria, en Madrid.

“Momento inolvidable fue la salida del dictamen donde familiares, parejas y preparadores, aplaudían a cada opositor que salía del edificio del examen”

Fue la convocatoria del aprobado. Todo mi desánimo e incertidumbre desapareció cuando obtuve la máxima nota en el primer ejercicio. Esta nota me sirvió de estímulo para seguir estudiando los siguientes exámenes, lleno de ilusión y esperanza. Momento inolvidable fue la salida del dictamen donde familiares, parejas y preparadores, aplaudían a cada opositor que salía del edificio del examen. No hay nada más emocionante que ver como tanta gente, incluso personas que no conoces, reconocen tu esfuerzo, con independencia del resultado. Tras hacer el dictamen y hasta que se publican las notas son los peores días de la oposición, ya que te vienen a la cabeza fallos o problemas que no has visto, pero, lo hecho, hecho está y hay que esperar con paciencia las calificaciones.
¿Cómo es el momento en que te comunican que has aprobado? Es un momento inolvidable. Esa noche no puedes dormir ya que es difícil asimilar que tu vida ha cambiado para siempre. Ves a tus padres saltar y llorar de alegría. Llamas entre lágrimas a familiares, preparadores y compañeros de oposición con los que has compartido momentos de angustia. No hay mayor estado de felicidad no solo para ti, sino para tu familia y todos los que te han acompañado. Es una recompensa también para ellos. Al mismo tiempo sientes alivio pues te has quitado un gran peso de encima, así como paz y gratitud.
En definitiva, merece la pena opositar. Si realmente quieres ser notario, atrévete a intentarlo. Y si lo intentas y al final no sale bien, no pasa absolutamente nada. Al contrario, hay que estar orgulloso por el mero hecho de intentarlo. Nos podremos encontrar con que muchos de nuestros intentos serán fallidos, pero dentro de esos intentos puede estar aquél que te puede cambiar la vida. Y en el camino, habrás ganado madurez y habrás vencido miedos. Me despido deseando mucha fuerza y ánimo para todos los que estén opositando o decidan opositar en el futuro.

(1) Antonio DOMÍNGUEZ MENA: “Nuevos tiempos y buenas perspectivas para opositar”, EL NOTARIO DEL SIGLO XXI, nº 29, 2010.
(2) Miguel PRIETO ESCUDERO: “Doping, química y oposiciones a notarías”, www.justitonotario.es, 28 de agosto de 2019.
(3) Alberto DOMINGO CASTELLÁ: “Las oposiciones a notarías deberían ser anuales”, www.notariosyregistradores.com, 14 de noviembre de 2022.
(4) Antonio DOMÍNGUEZ MENA: “Crónica y curiosidades de la última oposición”, EL NOTARIO DEL SIGLO XXI, nº 106, 2022.

Palabras clave: Notarías, Opositor, Oposiciones.
Keywords: Notaries, Candidate, Competitive public examinations.

Resumen

Para opositar a Notarías, y a cualquier otra oposición, no se necesita “una genética especial, sino una firme determinación para conseguir el objetivo propuesto”. En un mundo en el que se quiere todo de inmediato, opositar es algo excepcional. Pero cualquier persona que ponga fuerza de voluntad, humildad, constancia y disciplina, puede lograrlo. Si fuera fácil, todo el mundo lo haría. Por eso, en la sociedad actual, el hecho de apostarlo todo por un sueño merece ser ensalzado. El aspirante a notario puede parecer una especie en extinción ya que debe ser paciente y prepararse para una auténtica carrera de fondo, en la que todo gira alrededor de su objetivo.

Abstract

Candidates for public examinations to become notaries, and any other public examination, do not need "special genetics, but instead a firm determination to achieve the objective they have set themselves." Sitting a public examination is something exceptional in a world in which immediate gratification is the order of the day. However, it is an achievement attainable by anyone wishing to exercise willpower, humility, perseverance and discipline. If it was easy, everyone would do it. Being willing to commit everything to a dream in today's society is worthy of praise for this reason. Aspiring notaries may appear to be an endangered species, since they have to be patient and prepare for a real marathon, in which everything revolves around their goal.

El buen funcionamiento de esta página web depende de la instalación de cookies propias y de terceros con fines técnicos y de análisis de las visitas de la web.
En la web http://www.elnotario.es utilizamos solo las cookies indispensables y evaluamos los datos recabados de forma global para no invadir la privacidad de ningún usuario.
Para saber más puede acceder a toda la información ampliada en nuestra Política de Cookies.
POLÍTICA DE COOKIES Rechazar De acuerdo