Menú móvil

El Notario - Cerrar Movil
REVISTA110

ENSXXI Nº 122
JULIO - AGOSTO 2025

Artículos relacionados

Por: MIGUEL ÁNGEL AGUILAR
Periodista


LA PERSPECTIVA

Tiempos de tribulación en el Partido Socialista y en el Gobierno, tiempos en los que el secretario general y presidente, Pedro Sánchez, ha optado por la máxima ignaciana de “no hacer mudanza”, defraudando las expectativas y dejando que siga fuera de control la crisis que se remonta en sus últimas evoluciones a José Luis Ábalos y a Koldo García y que ha vuelto a acelerarse tras el estruendoso ingreso en la prisión de Soto del Real del secretario de organización y número 3 del PSOE, Santos Cerdán, a quien tanto debemos, que llegaba al establecimiento penitenciario en el coche celular pertrechado con toda su munición de grabaciones y WhatsApp, pendientes de desencriptarse por los manitas de la UCO al servicio del juez instructor. Cuentan últimos viajeros procedentes de Ferraz, sede nacional del PSOE, que en las horas contadas, la perplejidad llegó a adueñarse del auditorio donde progresaba el interrogante angustioso de “¿quiénes somos nosotros?” y algunos, desconcertados, como sucedió a Pío Cabanillas en el Congreso Nacional de UCD de febrero de 1981 en Palma de Mallorca, repetían aquello de “yo ya no sé si soy de los nuestros”.

Sostenía Santiago Carrillo, en aquellos tiempos del cuplé, en pleno momentazo del “vale todo” contra el presidente Felipe González, a la altura de 1996, que los aliados mediáticos son más importantes que los aliados políticos. Estos días recientes del fin de semana de celebraciones del Congreso Nacional del Partido Popular y del Comité Federal del Partido Socialista, hemos vuelto a comprobar la exactitud de esa observación de Carrillo. La prueba de la desafección han sido los titulares de primera a toda página en la prensa amiga que reflejaban de modo indudable la pérdida de la incondicionalidad que venían tributando al partido en el Gobierno. Todavía no se ha llegado al renversement des alliances pero quienes hayan estado a la escucha de las sesiones de Ferraz o se hayan aplicado a la lectura de las crónicas, incluso de las firmadas por los cronistas más afines, habrán recordado la narración de Lucas (18:9-14) dedicada a aquellos que se tenían por justos y despreciaban a los demás.

“Cuentan últimos viajeros procedentes de Ferraz, sede nacional del Partido Socialista, que durante el Comité Federal, la perplejidad se adueñó del auditorio donde cundía el interrogante de ‘¿quiénes somos nosotros?’”

 

El retrato del evangelista señalaba que: “Dos hombres subieron al Templo para orar; uno era fariseo y el otro, publicano. El fariseo, de pie, oraba así: ‘Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos y adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y doy diezmos de todo lo que gano’. En cambio, el publicano, manteniéndose a distancia, no se atrevía siquiera a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ‘¡Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador!’. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro”.
La corrupción es inherente a la naturaleza humana, a la vida en sociedad y al ejercicio del poder en todas sus modalidades, áreas y esferas de la vida pública, ya sean las de la política, la economía, la empresa, los sindicatos, el deporte, la religión o la navegación a vela, en todas las escalas: familiar, municipal, provincial, autonómica o nacional y siempre, debe combatirse allí donde haga su aparición. Sabemos también que corruptio optimi pessima y de ahí que, recién llegado al solio pontificio, el papa Francisco se atreviera a decir que la Curia era la lepra de la Iglesia. Porque, aunque como decía aquella cantata de una zarzuela “hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad”, pese a todos los avances y nuevas tecnologías, el ser humano, sus pasiones -soberbia, avaricia, lujuria, ira, gula, envidia y pereza- se mantienen vigentes e invariables.
Recordemos que fue, precisamente, por la basura por donde apareció uno de los primeros rastros de corrupción tras celebrarse, el 3 de abril de 1979, las primeras elecciones municipales democráticas. En Madrid, el PSOE y el PCE sumaron sus votos para aupar a Enrique Tierno Galván, el viejo profesor, a la alcaldía de la Villa. Eran tiempos inaugurales, aureolados de idealismo, y en ese ambiente el segundo teniente de alcalde, el socialista Alonso Puerta, consideró su deber denunciar los contratos de recogida de basuras que establecían una mordida para que parte del presupuesto quedara en beneficio del partido socialista. Interrogados al efecto altos responsables del Partido Socialista su respuesta fue: “no estábamos preparados para que estos abusos sucedieran en nuestras propias filas”, como si los suyos estuvieran hechos de otra pasta distinta de la del común de los mortales.

“La corrupción es inherente a la naturaleza humana, a la vida en sociedad y al ejercicio del poder en todas sus modalidades, áreas y esferas de la vida pública, ya sean las de la política, la economía, la empresa, los sindicatos, el deporte, la religión o la navegación a vela pero, siempre, debe combatirse allí donde haga su aparición”

Dicen que, tras esa denuncia, los contratos y las “mordidas” de la recogida de basuras se mantuvieron inalterados, pero, eso sí, es sabido que, con toda diligencia, se procedió a expulsar a Alonso Puerta del PSOE en 1981 por oponerse a esa adjudicación irregular de contratas. Posteriormente fue repuesto en sus cargos por sentencia del Tribunal Supremo de 16 de diciembre de 1983. Ocasión sobrevenida de examinar ahora quiénes han sido los expulsados del PSOE, desde Joaquín Leguina a Nicolás Redondo, bajo qué acusaciones lo fueron y a quiénes por el contrario se les ha consentido que prosiguieran militando pese a incurrir en transgresiones de marca mayor. Pero, en todo caso, lo que parece más grave es que Pedro Sánchez aparezca compungido diciendo “tengo el corazón tocado, pero la determinación intacta” y admitiendo que “si pensara que dimitiendo se resolvería el problema, lo haría”. Mientras, ya no queda nadie a bordo del Peugeot correcaminos que adquirió la cualidad de mito, como antes, en el 74, la había tenido el “clan de la tortilla”, retratado en el Prado de San Sebastián como núcleo duro de un PSOE andaluz, que acabaría haciéndose con las riendas del PSOE de España y alcanzaría el poder en los primeros ochenta.
Algunos apuntan un fallo de la banda sonora de la sesión del Comité Federal porque estiman que debiera haber estado emitiendo Lágrimas negras de Diego El Cigala: “Sufro la inmensa pena de tu extravío/ Siento el dolor profundo de tu partida/ Y yo lloro sin que tú sepas que el llanto mío/ Tiene lágrimas negras/ Tiene lágrimas negras como mi vida”. Pero, sin lágrimas, con dignidad, sin acompañamiento alguno, el presidente de la Comunidad de Castilla La Mancha, Emiliano García Page, desafió a Sánchez pidiéndole que se someta a una cuestión de confianza o convoque elecciones anticipadas, porque, insistió, “o se recupera la confianza parlamentaria que hemos perdido, y no a cambio de más chantajes independentistas, o elecciones”. Fue el momento de mayor tensión, sin que a Page le secundara nadie, salvo la alcaldesa de Palencia, Miriam de Andrés. Luego, los valientes de la guardia de corps mercenaria de Sánchez arremetieron a placer contra Page al que se le negó con admirable fair play que pudiera replicarles. A Emiliano García Page le bastaron el sábado del Comité Federal los versos del soneto teológico de Agustín García Calvo que dice:
Enorgullécete de tu fracaso,
que sugiere lo limpio de la empresa:
luz que medra en la noche, más espesa
hace la sombra, y más durable acaso.
Veremos, porque, en todo caso, otros deberían saber, con José Ángel Valente en su poema Melancolía del destierro, que:
Lo peor es creer
que se tiene razón por haberla tenido
o esperar que la historia devane los relojes
y nos devuelva intactos al tiempo en que quisiéramos
que todo comenzase.
Pues ni antes ni después existe ese comienzo
y el presente es su negación y tú su fruto,
hermano consumido en habitar tu sombra.

El buen funcionamiento de esta página web depende de la instalación de cookies propias y de terceros con fines técnicos y de análisis de las visitas de la web.
En la web http://www.elnotario.es utilizamos solo las cookies indispensables y evaluamos los datos recabados de forma global para no invadir la privacidad de ningún usuario.
Para saber más puede acceder a toda la información ampliada en nuestra Política de Cookies.
POLÍTICA DE COOKIES Rechazar De acuerdo