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FRANCISCO MOCHÓN MORCILLO
Catedrático de Análisis Económico en la UNED

fmochon@cee.uned.es 

El movimiento de los indignados de la Puerta del Sol ha tomado su nombre del libro de Stephane Hesse, Indignaos. En él se defiende que la indiferencia es la peor de las actitudes y que hay muchos motivos para estar indignados. Tenemos unos gobiernos que son manipulados  por el poder del dinero y la dictadura de los mercados internacionales lo que constituye una amenaza. Por ello se hace un llamamiento a una insurrección pacífica. Centrándonos en las propuestas de la asamblea de la protesta de Sol y en particular en aquellas de carácter económico (concretamente las difundidas en las redes sociales en el entorno del 26 de mayo, pues posteriormente su contenido progresivamente se ha hecho más político y difuso) estas se refieren prioritariamente al desempleo, al derecho a la vivienda y al sistema económico.

Desempleo y mercado de trabajo

Respecto al desempleo las propuestas van desde “el reparto del trabajo fomentando las reducciones de jornada” hasta la “seguridad en el empleo”. Claramente el problema más grave para los jóvenes españoles es el desempleo. Tener una tasa de paro cercana al 50% y escasas perspectivas de cara a un futuro inmediato es realmente algo para estar más que indignados. Pero lo primero a señalar es que estos hechos son la consecuencia de las lamentables “peculiaridades” del mercado de trabajo español. La primera de ellas es su elevadísima dualidad: unos tienen trabajo asegurado a largo plazo, mientras que otros se encuentran atrapados entre el empleo precario y el paro, sin escapatoria posible (el 40% de los jóvenes que entraron en el mercado de trabajo a los 20 años, siguen, con 40 años con contratos temporales)1. Esto supone una clara injusticia intergeneracional pues  los trabajadores mayores y más cualificados gozan de una protección laboral sin parangón en el contexto europeo y de aumentos salariales elevados a costa de los jóvenes. Además, la proliferación de contratos temporales muy desprotegidos incide negativamente en la productividad y en la capacidad para generar empleo. Los empleados carecen de incentivos para formarse en el puesto de trabajo y los empleadores no tienen interés en proporcionar formación a los trabajadores con contratos temporales.
El segundo rasgo característico del mercado de trabajo español es la rigidez del régimen de negociación colectiva. Este funciona al margen de la evolución de la productividad, y genera un sesgo al alza en los salarios. La consecuencia de ello es que en una situación de fuerte recesión, como la que aún estamos viviendo, el sistema acaba convirtiéndose en una máquina de destrucción de empleo, y como resulta muy caro despedir a los empleados con contrato permanente, los que masivamente acaban siendo expulsados del mercado de trabajo son prioritariamente los jóvenes.
La solución a esta situación no está en el reparto de trabajo sino en flexibilizar el sistema de negociación colectiva y suprimir la mayoría de las modalidades de contratos temporales y el contrato indefinido ordinario y sustituirlos por un contrato laboral único con indemnizaciones crecientes con la antigüedad. De esta forma se eliminaría la tremenda diferencia existente entre los contratos indefinidos y los temporales  que hace que el 90% de los contratos que ofrecen los empresarios sean  temporales, de los que sólo se convierten en indefinidos entre el 5 y el 10%.

"Tener una tasa de paro cercana al 50% y escasas perspectivas de cara a un futuro inmediato justifica plenamente que los jóvenes estén más que indignados"

Para incrementar las posibilidades de futuro de los jóvenes españoles y para que puedan competir en los mercados internacionales, el punto de partida debiera ser reconocer que la globalización y la creciente incorporación de las nuevas tecnologías es algo imparable. La integración de los países emergentes en la economía mundial no ha hecho más que empezar y para tener oportunidades en el nuevo entorno la clave radica en mejorar la productividad y la competitividad y ello pasa por la formación. Pero hay que estar formados en lo que demanda el mercado y ello requiere contar con un sistema educativo eficiente y flexible. Como muestra de lo lejos que estamos de ello baste indicar que la tasa de fracaso escolar es el doble que en los países europeos,  que la proporción de alumnos sin los mínimos requeridos en lectura (26%), ciencias  (20%) o matemáticas (25%) supera en 3 o 4 puntos porcentuales  a la media de la U.E. y que los estudiantes españoles presentan unos importantes déficits en materia de idiomas  frente a los europeos2. A estos hechos hay que añadir la insuficiente oferta de “pasarelas” de acceso a la formación profesional (FP) al acabar la educación primaria, lo que unido a lo anticuado de la oferta de FP explica que el ratio de alumnos de FP y universidad  en España, 1:2.5 sea muy inferior a la media de la U.E., 1:1. Respecto a la educación superior un primer hecho a destacar es que mientras la UE destina el 0.25% del PIB a becas, España sólo un 0.08%, lo que evidencia que en vez de primar a los estudiantes con talento y ganas de trabajar se sigue una política de “café para todos”, con una matrícula que sólo cubre el 13% del coste real, algo que además incentiva el retraso en completar una titulación. A ello se le une una elevada tasa de fracaso  (un 30%  abandonan después de 2 años y sólo un 30% acaban una licenciatura de 4 años en dicho periodo), lo que supone un importante desperdicio de recursos públicos.  La educación superior ha perdido buena parte de su capacidad de actuar como señal de las habilidades del individuo. Además,  se observa un exceso de formación específica, lo que dificulta la reinserción de los trabajadores en caso de pérdida del empleo, a diferencia de la formación anglosajona, mucho más flexible y diversificada.

"En España existe más de un millón de viviendas vacías pero los precios de las casas se han reducido poco, siguen siendo muy altos y que la oferta en alquiler es bajísima"

El derecho a la vivienda
En relación al derecho a la vivienda entre las propuestas del 15-M se recogen algunas como la “expropiación por el estado de las viviendas no vendidas para colocarlas en régimen de alquiler” y “ayudas al alquiler para jóvenes y todas aquellas personas de bajos recursos”. El derecho a una vivienda es una legítima petición, pero eso es algo difícil de alcanzar en España dada la estructura del mercado de la vivienda. Un primer hecho a destacar es la contradicción que supone que en España exista más de un millón de viviendas vacías y que los precios de las casas se hayan reducido poco, que sigan siendo muy altos y que la oferta en alquiler sea bajísima (en España el mercado de alquiler representa aproximadamente el 13% mientras que en países como Alemania, o Francia presenta tasas superiores al 40%)3. En España hay un enorme exceso de oferta de pisos, y sin embargo el 65% de los jóvenes españoles con edades comprendidas entre 25 y 29 años viven con sus padres, mientras que en los países centrales de la UE dicho porcentaje se sitúa en el entorno del 20%.
Para desbloquear el mercado de la vivienda habría que empezar reconociendo las pérdidas de las entidades financieras derivadas de la crisis inmobiliaria (como se hizo en los países nórdicos durante la crisis financiero-inmobiliaria de finales de los ochenta) para que éstas se puedan dedicar a conceder créditos. Por otro lado, habría que potenciar el mercado de alquiler para lo que se deberían liberalizar los contratos (la Ley de arrendamientos urbanos impone una duración mínima de los contratos de cinco años y restringe los aumentos en la renta pagada a la variación del IPC), aumentar la seguridad jurídica de los propietarios y la rapidez del procedimiento de resolución del contrato en caso de impago del alquiler( se debería mejorar la regulación procesal y los medios a disposición de la justicia para poder acelerar los procedimientos, permitiendo que los notarios pudieran acreditar el incumplimiento en el pago del alquiler y declarar el desahucio del inmueble, en el caso de que las partes lo hayan acordado así en el contrato de alquiler ). Todo ello encaminado a que los propietarios se animen a sacar al mercado sus pisos. Una tercera medida que podría dinamizar la compraventa de viviendas sería suprimir o reducir drásticamente el impuesto sobre transmisiones patrimoniales en la compraventa de vivienda.

"Las crisis son un inconveniente del sistema de mercado pero los problemas son mucho peores cuando se sustituye el funcionamiento de los mercados por un intervencionismo clientelista"

Críticas al sistema de mercado
En lo referente a las críticas al sistema capitalista y a la dictadura de los mercados hay que empezar diciendo que en ocasiones los mercados fallan (como ha ocurrido en esta crisis con los mercados financieros) y en esos casos lo adecuado es regularlos de forma apropiada. Pero en muchas ocasiones los mercados no funcionan precisamente debido a un exceso de intervencionismo (como es el caso del mercado de trabajo español) y por una regulación excesivamente proteccionista (como ocurre con el mercado de los pisos en alquiler). De hecho, el balance de la historia sobre el funcionamiento del mercado es muy claro, no hay un mecanismo más eficiente para asignar los recursos y para generar riqueza que el sistema de economía de mercado. El fracaso de los sistemas de planificación centralizada se ha evidenciado en todos los continentes (piénsese los casos de la antigua Unión Soviética o los actuales fracasos económicos de Corea del Norte o Cuba) y la mejor prueba de ello es que el régimen comunista de China ha tenido que acudir al mercado para introducir la eficiencia y combatir la pobreza. Es indudable que la propensión a generar crisis motivadas por olas de optimismo desenfrenado seguidas de otras en la que predomina el pesimismo es un serio inconveniente del sistema de libre mercado. Pero los problemas para cualquier país serán mucho mayores cuando por planteamientos demagógicos y populistas, se sustituye parcialmente el funcionamiento de los mercados por un intervencionismo clientelista. Un ejemplo del lamentable resultado de esta forma de concebir la política y la economía es lo que ocurrió en Argentina con el general Perón. Cuando la irracionalidad económica y las corruptelas se enquistan en el sistema social, pueden acabar condenando  indefinidamente a un país al empobrecimiento y al subdesarrollo. El caso de Argentina es una muestra de que ningún país tiene garantizada su prosperidad. En una economía global la solución no está en pedirle al Estado subsidios sino en exigirle, por un lado honestidad y eficiencia y por otro, que con diligencia y visión de futuro cree un marco institucional adecuado para que la iniciativa privada y el tejido empresarial creen empleo y riqueza para todos.  

Referencias

1. Luis Garicano. “Los tres consejos de un economista a los “indignados”: contrato único, fin de la viviendas vacías y educación global”. El confidencial. 19 de mayo de 2011. http://www.elconfidencial.com/tribuna/2011/consejos-economista-indignados-contrato-unico-viviendas-20110519-7418.html
2. Juan José Dolado. “Algunas ideas sobre la Reforma del Sistema Educativo en España” Nada es gratis. Blog de economía de FEDEA. 9 de noviembre de 2009. http://www.fedeablogs.net/economia/?p=1554
3. FEDEA. “Por un mercado de la vivienda que funcione: Una propuesta de reforma estructural”. Crisis 09.es. fedea. 14 de octubre de 2009. http://www.google.es/search?hl=es&biw=948&bih=456&rlz=1R2PRFA_esES418&q=.+%E2%80%9CPor+un+mercado+de+la+vivienda+que+funcione%3A+Una+propuesta+de+reforma+estructural%E2%80%9D.+Crisis+09.es.+fedea&btnG=Buscar&aq=f&aqi=&aql=&oq=

Abstract

An unemployment rate of 50% and the scarcity of perspectives in a foreseeable future really is something to make young people angry. We face a clear intergenerational injustice, as older and better qualified workers are much better protected than the average European and get high salary increases at young people´s expense. A measure that could help to solve the problem is the single labor contract.  Housing is an added problem. There are over one million of empty houses in Spain, but housing prices have hardly been cut down, they are still very high and there are few houses to rent. We should start taking notice of the losses of financial entities so they can start granting credits, promoting the rental market, deregulating contracts and increasing the owner´s legal certainty. Crises are one of the drawbacks of market systems but troubles are much worse when market organization is substituted by patronage and interventionism.

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