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JOSÉ ONETO
Periodista y escritor

LA CUESTIÓN CATALANA

Cataluña

El proceso que ha de desembocar el día 9 de noviembre de 2014 con el Referéndum de independencia, que ha convocado el Gobierno de la Generalitat, de acuerdo con una Ley de consultas aprobada por el Parlamento Catalán, veinticuatro horas después de conocerse los resultados del Referéndum de Escocia, donde una mayoría votó por seguir unida al Reino Unido, y publicado en el Boletín Oficial de la Generalitat el último fin de semana de Septiembre, comenzó, de hecho, en 2012, cuando empezó a visualizarse realmente los efectos devastadores de la crisis económica de 2008.
Años antes, el malestar fue en aumento por un nuevo Estatuto de Autonomía prometido por el ex Presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero, para que el socialista Pascual Maragall pudiese llegar a la Presidencia de la Generalitat, ("aprobaré el Estatuto, que me venga del Parlamento catalán"), y que el Tribunal Constitucional, recortó hasta unos términos que, por primera vez, los catalanes salieron a la calle, convencidos de que Madrid no les quería, que no había sensibilidad para reconocer que Cataluña era una Nación, que además era maltratada y discriminada por España, que gozaba de una financiación injusta y cicatera, respecto a otras Autonomías, y, finalmente, cerrando la lista de agravios, que España les estaba robando.
De este modo, aprovechando la oleada de descontento social por los recortes, un gran paro creciente, un balance desconsolador de un gobierno tripartito de izquierdas, los partidos políticos catalanes decidieron que la culpa de la decadencia de toda la región,  había que buscarla en la injusta distribución del dinero que Madrid le adjudicaba a Cataluña. El problema no estaba en la crisis económica, intentaban convencerse, sino en el gobierno central. No solamente los políticos, sino también los ciudadanos normales y corrientes de Cataluña, siguen viviendo convencidos, todavía, de que con sus impuestos subvencionan ayudas sociales de otras Autonomías del país, y a cambio, reciben mucho menos, lo que provoca problemas con las inversiones, un creciente paro, especialmente entre los jóvenes, un deterioro de la sanidad pública y, la aparición creciente de grandes bolsas de pobreza y de exclusión social.
Con ese caldo de cultivo, es fácil convencer a muchos descontentos que, dada las posibilidades de la región más rica de España, con un PIB de 200.000 millones de euros que representa una quinta parte de la riqueza nacional, Cataluña, siendo un estado independiente, gracias al turismo, a su industria, a sus exportaciones y, a su comercio, podría funcionar en el mercado europeo mucho mejor que ahora, y, convertirse en uno de los países privilegiados de Europa con nada que envidiarle, por ejemplo, a los países nórdicos.

"Aprovechando la oleada de descontento social por los recortes, un gran paro creciente, un balance desconsolador de un gobierno tripartito de izquierdas, los partidos políticos catalanes decidieron que la culpa de la decadencia de toda la región,  había que buscarla en la injusta distribución del dinero que Madrid le adjudicaba a Cataluña"

A partir de ahí, es cuando comienza la escalada de los partidos soberanistas, convencidos de que es posible separarse de España sin respetar la legalidad constitucional y, simultáneamente, convertirse en un país más de una Unión Europea en la que muchos, basándose en que en un mundo globalizado e hipercomunicado e interconectado, insistían en que debía tirarse al basurero de la historia las particularidades nacionales y conflictos, cuando, en realidad, estaba ocurriendo exactamente lo contrario: la proliferación de los nacionalismos. En el fondo, una proliferación sin que esos que sin saberlo combatían las peculiaridades nacionales, se diesen cuenta de que el genio nacional se escapaba de la lámpara, y que ya había las primeras dificultades para poder dominarlo. Hasta el punto que el ilusionante proyecto europeo, entraba en zona de peligro por el euroescepticismo, por los extremismos y, cómo no, por los nacionalismos.
Dentro de ese contexto, es dónde se producen los Referéndums de Escocia y de Cataluña. El de Escocia se ha cerrado hace unas semanas, con una victoria del No a la secesión, que ha provocado, indirectamente, la consecución de una serie de concesiones políticas, económicas, fiscales y de nuevas competencias, que tendrán que extenderse a Gales e Irlanda, al tiempo que el de Cataluña, está en un camino sin salida, por la falta de iniciativa del Presidente del Gobierno español, y por la cerrazón del Presidente de la Generalitat Artur Mas, de llevar a cabo la consulta, en contra de la legalidad constitucional.
Su último intento de comparar el contencioso catalán con el escocés, no deja de ser una manipulación más. Ni Escocia, que fue independiente hasta 1707, es Cataluña, ni Artur Mas es Saldmond, ni Cameron Rajoy, ni Gran Bretaña, España. Gran Bretaña no tiene Constitución y la soberanía reside en el Parlamento. España tiene una Constitución y la soberanía reside en el pueblo español. Con la actual Constitución, no se puede plantear una escisión del territorio nacional por una parte de esos españoles, aunque muchos de ellos, se consideren solo catalanes, y no vale revestir de una falsa legalidad "catalana" la convocatoria de ese Referéndum, cuando, además, el Parlamento, se ha negado a traspasar a la Generalitat ese tipo de competencias.
La incógnita está en saber si el Presidente Mas se atreve a llegar hasta el final, incluso después de presentado el recurso ante el Tribunal Constitucional y colocar. Como le exigen su socio de gobierno Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y la Asamblea Nacional de Catalunya (ANC) que es la que desde hace meses es que la que está llevando la iniciativa política, las 9.107 urnas, confeccionadas en centros penitenciarios catalanes, en lo que es un claro desafío, que puede desencadenar la supresión temporal de determinadas competencias, en manos hoy de la Autonomía catalana.  
No obstante, el separatismo catalán puede sufrir un sonoro hundimiento, unas semanas antes del referéndum, por la ola de corrupción que ha empezado a descubrirse y que afecta a quien ha sido el padre de la Patria catalana, Jordi Pujol i Solei, a su extensa Familia, que ha actuado durante años como un autentico clan mafioso, que se ha enriquecido a base de comisiones, tráfico de influencias e, incluso, chantaje, y como no, al partido en el poder, Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) y al propio Artur Mas, heredero e, hijo político de Pujol.  

"Gran Bretaña no tiene Constitución y la soberanía reside en el Parlamento. España tiene una Constitución y la soberanía reside en el pueblo español"

Pero a pesar de todo esto, ningún partido político soberanista catalán podrá, en público, dejar de apoyar un Referéndum que no se sabe cómo puede terminar, pero habrá diferencias entre ellos. La derecha catalana teme el momento en el que Madrid considere la votación como ilegal, como ha pasado estos días. Entonces, intentara´ aplazar el referéndum para el año 2015, o más tarde. La izquierda republicana, se empeñara en votar, al margen de lo que diga el Constitucional, con todo lo que eso significa de tensiones, enfrentamientos e ilegalidades, hasta el punto que los primeros llamamientos de Oriol Junqueras, el dirigente de Esquerra, a la desobediencia civil, a lo Martín Luther King,  como si los catalanes estuviesen privados de los derechos civiles, como lo estaban, los negros en Estados Unidos, han sido matizados convenientemente. Según recientes sondeos, tan solo un 23 % de los catalanes quieren votar a toda costa, y, un 45 % quiere una votación considerada como legal en Madrid. Al mismo tiempo, un 25 % no quiere decir nada sobre la independencia en un referéndum, lo que significa que los ciudadanos de Cataluña en su mayoría quieren renunciar al camino de la ilegalidad y del enfrentamiento directo en eso que ya se ha convertido en un lugar común: el choque de trenes, hasta el punto que, según las últimas encuestas de la Generalitat,  los catalanes que reclaman la independencia, ya superan el cincuenta por ciento…
De este modo, el proceso que comenzó a visualizarse en 2012 con los primeros efectos devastadores de la crisis económica de 2008, acaba de cerrarse con la convocatoria oficial del Referéndum, basado en una Ley de consultas que ya ha sido recurrida ante el Tribunal Constitucional, por un Consejo de Ministros extraordinario, y con lo que se pretende paralizar un movimiento que ya, a estas alturas, es incontrolable y que puede terminar, según pretende la Asamblea Nacional de Cataluña, que es la institución que está llevando la iniciativa política desde hace meses, en protestas populares similares a las de Ucrania…Con el peligro que ese proceso supone, porque, además, el propia Mas desde TV3, ha pedido que la ciudadanía salga la calle para defender sus derechos…

Palabras clave: Cataluña, Crisis, Soberanismo.
Keywords: Catalonia, Crisis, Self-government.

Resumen

El proceso que ha de desembocar el día 9 de noviembre de 2014 con el Referéndum de independencia, que ha convocado el Gobierno de la Generalitat, de acuerdo con una Ley de consultas aprobada por el Parlamento Catalán, veinticuatro horas después de conocerse los resultados del Referéndum de Escocia, donde una mayoría votó por seguir unida al Reino Unido, y publicado en el Boletín Oficial de la Generalitat el último fin de semana de Septiembre, comenzó, de hecho, en 2012, cuando empezó a visualizarse realmente los efectos devastadores de la crisis económica de 2008.

Abstract

The process leading to the Independence referendum to be held on November 9th, 2014, started, in fact, in 2012, when the devastating effects of the economic crisis of 2008 became evident.  This consultation has been called by the government of the Generalitat, according to a Consulting Act passed by the Catalonian Parliament just twenty-four hours after we knew the results of the Scottish referendum, in which a majority of Scots decided to remain part of the United Kingdom.

 

 

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