NOTICIAS DEL COLEGIO NOTARIAL DE MADRID

Faustino Martínez Martínez
Profesor Titular de Historia del Derecho y de las Instituciones
Universidad Complutense de Madrid

Hay conmemoraciones y conmemoraciones. Con enjundia y sin ella. Las hay mayores y las hay menores, algo que viene determinado no tanto por el afán de festejo y de celebración, sino, más bien, por los hechos duros y compactos que justifican la acción de recuerdo y de evocación.

Conmemorar significa rememorar de una manera conjunta, lo que requiere hechos y sujetos capaces de aglutinar esa comunidad pensante y celebrante. Si echamos un vistazo hacia atrás, hacia nuestro pasado más lejano, el medieval, sin ira y sin miedo, encontramos un catálogo de eventos, personalidades y efemérides que no pueden ser colocados en un mismo molde o bajo idéntico patrón. Hay multitud de reyes, pero no todos tienen el mismo empaque. Todos son importantes porque sin ellos no se entiende lo pretérito como continuidad, pero no todos son iguales ante el tribunal de la Historia. Es el caso de Alfonso X El Sabio, acaso uno de los más relevantes monarcas del Medievo, no solo desde una perspectiva peninsular, sino, posiblemente, europea (lo que es tanto como decir, para aquellos tiempos, universal). Y lo es porque fue un rey que opera como parteaguas de la vida política, jurídica y cultural, es decir, que marca un antes y un después a partir de sus labores de gobierno. Asumiendo muchos de los roles clásicos de todo rey en la Edad Media (sobre todo, su faceta guerrera y también la jurisdiccional), se superpuso a esa única y exclusiva dimensión bélica o de conquista para intentar la construcción de un reino sobre unos nuevos pilares. El objetivo era un regnum en paz, calmado y tranquilo, perfectamente ordenado. Fue así un monarca que insufló al oficio regio un componente nuevo, no totalmente desconocido, pero sí reformulado: la sabiduría, amparada en modelos bíblicos y hábilmente guiada por el mundo escolástico, ligándola con esa razón que Tomás de Aquino convierte en la clave de bóveda del discurso teológico y filosófico en los años centrales del siglo XIII. Trató de construir ese nuevo reino terrenal para lo cual proyectó esa sabiduría en todos los campos con el objeto de aprehenderlos y así de dominarlos: quiso ser historiador para determinar y recrear el pasado; quiso ser jurista y legislador para hacer lo propio con el presente, para regular hombres y pueblos; quiso ser científico para prever el futuro y anticiparlo. A los juristas, evidentemente, les interesa la segunda faceta, donde descuellan obras de todos conocidas como el Fuero Real, el Espéculo, las Siete Partidas o, en menor medida, el Setenario, obras que siguen impresionando por su calidad intrínseca, por el saber acumulado en sus páginas, por su lenguaje y redacción, por su finura jurídica y, ya desde una perspectiva más amplia, por su papel decidido en la conformación de lo que hoy conocemos como Derecho español.

“Es un rey que marca un antes y un después a partir de sus labores de gobierno”

Conscientes de la importancia de este monarca por su reinado y por su trascendencia ulterior, desde el Área de Historia del Derecho del Departamento de Derecho Romano e Historia del Derecho de la UCM, se impulsó la celebración de unas Jornadas Conmemorativas del VIII Centenario del Nacimiento de Alfonso X El Sabio (1221-2021) los pasados días 30 de noviembre y 1 de diciembre del año 2021. Contó dicha propuesta con el apoyo unánime de la Facultad de Derecho, representada por su Decano, el Prof. Ricardo Alonso García, y también con el respaldo del Colegio Notarial de Madrid, por medio de su equipo directivo. La Cátedra Extraordinaria de Derecho Notarial Antonio Rodríguez Adrados de la UCM fue el vehículo que finalmente dio cobertura a todo este evento, en el que se primó, sobre todo, la calidad antes que la cantidad. La colaboración ejemplar y desinteresada del Oficial Mayor del Colegio, don Fernando Marco, preparó todos los elementos técnicos al servicio del saber. Gracias a todo eso, las dos jornadas contaron con los medios suficientes y, sobre todo, con la participación de cuatro extraordinarios ponentes, reclutados de entre los académicos más y mejor especializados en la vida, obra y milagros de Alfonso X El Sabio.
La inauguración tuvo lugar el martes 30 de noviembre en el Salón de Actos del Colegio Notarial de Madrid y contó con la participación de la Vicedecana del Colegio Notarial, doña Concepción Pilar Barrio del Olmo, del Vicedecano de Investigación y Política Científica de la Facultad de Derecho UCM, don Faustino Martínez Martínez, y de la nueva co-directora académica de la Cátedra Extraordinaria citada, doña Cristina de Amunátegui Rodríguez, catedrática de Derecho Civil UCM.
Tras esas palabras preliminares, el Prof. José Sánchez-Arcilla Bernal, catedrático de Historia del Derecho y director del Departamento de Derecho Romano e Historia del Derecho de la UCM, presentó brevemente a los dos primeros ponentes, quienes se encargaron de realizar dos magníficas exposiciones, en cierto modo, complementarias, sobre el Alfonso X más político y el Alfonso X más cultural, respectivamente. Se ocupó de la primera faceta el Prof. Carlos de Ayala Martínez, catedrático de Historia Medieval en la UAM, quien fue presentando con apoyo visual los rasgos más relevantes del reinado alfonsino, sin olvidar la propia personalidad del rey (algo que no debe ser obviado bajo ningún concepto), poniendo de relieve el sesgo nuevo, casi moderno, que Alfonso imprimió a su reinado. Un rasgo esbozado y relevante fue la apuesta clara del rey por la acción legislativa y no solamente juzgadora, en lo que supone un giro copernicano respecto a lo que hasta entonces había sido el papel de cualquier monarca (juez antes que legislador). Fue, como rezaba el título de la ponencia, un rey innovador. Por su parte, la segunda ponente, la Profesora Inés Fernández-Ordóñez, catedrática de Lengua Española de la misma Universidad Autónoma de Madrid y académica de la Real Academia Española, se centró en el mundo cultural articulado alrededor de la corte alfonsina y en la ingente producción científica que de allí salió en prácticamente todos los campos del saber: Derecho, Historia, Astrología, Geología, Literatura con las famosas Cántigas de Santa María, etc. Debe ponerse de relieve, como hizo la mencionada profesora, que dicha obra sapiencial estuvo directamente conectada con su programa político y con los objetivos de gobierno que el monarca tenía en mente.

“Fueron unas jornadas breves en el tiempo, pero cálidas, sustanciosas y de calidad en cuanto a su contenido, con una asistencia de público regular y fiel, y que fue seguida también en streaming por numerosas personas en España y fuera de ella (sobre todo, en América)”

La sesión del día siguiente, miércoles 1 de diciembre, fue introducida por el Decano del Colegio Notarial de Madrid, don José Ángel Martínez Sanchiz, y siguió una dinámica similar. Presentó a los dos magníficos ponentes el Prof. Faustino Martínez Martínez, profesor titular de Historia del Derecho y de las Instituciones y Vicedecano de Investigación y Política Científica de la Facultad de Derecho UCM. Intervino, en primer lugar, uno de los mayores especialistas en la obra jurídica alfonsina a nivel mundial, el catedrático de la Universidad de Barcelona, Prof. Aquilino Iglesia Ferreirós, quien expuso su teoría o hipótesis sobre el mundo del Derecho en el sentido en que lo concibió Alfonso X, y tal y como lo intentó llevar a la práctica. Una nueva monarquía estaba naciendo y, en ella, el Derecho era una pieza esencial. Tres propósitos presiden las obras jurídicas alfonsinas y están presentes en todas ellas, con mayor o menor intensidad: reivindicar el monopolio legislativo de los reyes, unificar el Derecho en sus reinos, articular una renovación del mismo mediante el recurso al Derecho Común romano-canónico. Tres obras tratarán de llevar a la práctica estos deseos combinados: primeramente, el Fuero Real (circa 1255), concedido como texto local a varias localidades de Castilla y de las Extremaduras (sin excluir una posible concesión general a los referidos territorios); en segundo lugar, el Espéculo, que no llega a terminarse, dado que lo interrumpe el llamado “fecho del imperio”, la pretensión imperial de Alfonso X, lo que provoca desde 1256 la concentración de esfuerzos en la elaboración de un nuevo texto, más amplio y completo, más apoyado en el Derecho Común y menos en el Derecho tradicional, conocido originariamente como el Libro del Fuero de las Leyes y, más adelante, como el Código de las Siete Partidas. Finalizó la sesión, un viejo conocido tanto del mundo universitario como del gremio notarial: don Ignacio Solís Villa, notario jubilado, profesor de Derecho Civil en la UCM, co-director de la Cátedra Extraordinaria y antiguo decano del Colegio Notarial de Madrid, quien realizó una brillante disección del mundo notarial, tal y como aparece reflejado en la obra jurídica alfonsina. Concluyó el acto con la intervención final del Decano del Colegio Notarial de Madrid, don José Ángel Martínez Sanchiz.
Terminaron así unas jornadas breves en el tiempo, pero cálidas, sustanciosas y de calidad en cuanto a su contenido, con una asistencia de público regular y fiel, y que fue seguida también en streaming por numerosas personas en España y fuera de ella (sobre todo, en América). La ocasión lo merecía. No solamente la excelencia académica de todos los ponentes es un rasgo que hay que subrayar una vez más, sino su magnífico desempeño a lo largo de sus conferencias, todas ellas muy valiosas, llenas de datos y de noticias relevantes, y además expuestas en un lenguaje claro y comprensible, de un modo muy cercano.